ECONOMÍA, POLÍTICA Y MOVIMIENTOS SOCIALES EN EL PERÚ AÑOS: 2020 – 2030

Damas y Caballeros, bienvenidos a la R\L\S\ VIRTUD Y UNIÓN N° 3,

 

A juicio de la Cosmobiología, me permito expresar que: “El Perú de los años 2020 – 2030 vivirá momentos muy particulares en el devenir de su vida republicana, momentos que enmarcamos en la oportunidad que tiene nuestra nación para sentar las bases de la construcción de una Nueva República (lo que libremente denomino: la creación de una II República) y no solo a través de la refundación de instituciones tutelares, como lo expresara algunos meses atrás nuestro presidente, el ingeniero Martín Vizcarra, recordándonos, a la vez, que debemos prepararnos para celebrar el Bicentenario de la Independencia del Perú, pues, a mi entender, un verdadero ambiente de algarabía podría extender dicha festividad hasta el año 2024, cuatro años de festividades, tal y como sucediera durante la celebración del Primer Centenario del Perú Republicano, que se celebrara a lo largo de cuatro años durante el  Oncenio del presidente Augusto B. Leguía; celebraciones que también coincidieron con la celebración del primer centenario de existencia de nuestra Logia Masónica Virtud y Unión N° 3, fundada el 12 de septiembre de 1823, en medio de las acciones militares de los peruanos para expulsar a los españoles colonizadores de nuestro suelo patrio.

 

Sí, el 28 de julio de 2021, estaríamos celebrando el Bicentenario del Nacimiento de la República del Perú, de la I República del Perú, y el 12 de septiembre de 2023, el Bicentenario de la creación de nuestra Logia Masónica, Institución de Bien Público y Carácter Espiritual que en estos momentos les ha abierto sus puertas para que nos acompañen con su distinguida presencia y den el realce que la ocasión amerita, como es el ciclo de conferencias que ofrece nuestra organización anualmente por estos días, en las que se abordan diversos temas de interés nacional y mundial.

 

Y, con estas palabras introductorias, quiero expresar mi agradecimiento a todos los miembros de nuestra Logia Masónica por haberme designado para ofrecer la conferencia que he titulado: ECONOMÍA, POLÍTICA Y MOVIMIENTOS SOCIALES EN EL PERÚ, AÑOS: 2020 – 2030, claro está, desde una mirada cosmobiológica (Figura 1).

 

Hace unos instantes mencioné que la Logia Masónica Virtud y Unión nació entre la Declaración de la Independencia del Perú (1821) y las batallas de Junín y Ayacucho (1824), que sellaron nuestra Independencia  y dieron paso al inicio de la nuestra vida republicana.

 

Si me permiten, me gustaría mostrarles los horóscopos de la fundación del Perú (28 de julio de 1821, Figura 2) y de la fundación de Virtud y Unión N° 3 (12 de septiembre de 1823, Figura 3), porque lo que realmente me gustaría destacar es la convergencia de fuerzas entre el Sol del Perú y el Marte de Virtud y Unión (Figura 4), fuerzas que se traducen en un rápido alistamiento de miembros de nuestra Orden para servir a la Patria, sobre todo, cuando esta se ha encontrado en grave peligro. Bástenos recordar la Guerra por la Independencia del Perú, donde se distinguió el accionar de nuestro hermano, el Mariscal Mariano Necochea, y la Guerra de Pacífico, donde se distinguieron por su heroicidad nuestros hermanos, el Almirante Miguel Grau y el Coronel Francisco Bolognesi. (Hermano es la expresión de cariño y fraternidad que utilizamos mutuamente los miembros de nuestra Institución).

 

Ya que el desarrollo de la República del Perú está unido al desarrollo de nuestra Logia Masónica Virtud y Unión N° 3, y estando a cuatro años de su Bicentenario, permítaseme hacer el siguiente paréntesis que considero necesario por la unidad y compromiso de nuestra Logia.

 

Virtud y Unión N°3 nació el día en que el Sol se ubicó sobre los 19° de la Virgen (Figura 5), que de acuerdo con el significado de los 360° del zodiaco de los Símbolos Sabianos nos presenta la imagen de “Una competencia de natación”, lo que, alegóricamente hablando, simboliza: “La competencia directa dondequiera que un individuo busque perfeccionar o gozar de las destrezas especiales con las que cuenta su Individualidad.  Él descubre que es necesario controlar todo factor separado de su ser; de lo contrario, se verá dominado por las divergencias que lo separan de su función dentro de él”.

 

En los casi 200 años de su existencia, el liderazgo y conducción de Virtud y Unión N° 3 ha atravesado tres periodos negativos (ambientes cósmicos negativos) que pusieron a prueba la unidad entre sus miembros y la continuación de la realización de sus compromisos. Nos referimos a los años: 1854 – 1859 (que corresponden al tiempo en que Neptuno, “moviéndose” por el signo de los Peces, formó un ángulo de 180° con el Sol de la fundación de Virtud y Unión); 1894 – 1889 (que corresponden al tiempo en que Neptuno, “moviéndose” por los Gemelos formó un ángulo de 90° con el Sol del día de la fundación de Virtud y Unión); y, 1977 – 1981 (que corresponden al tiempo en que Neptuno, “moviéndose”, por el Arquero formó un ángulo de 90° con el Sol del día de la fundación de Virtud y Unión).

 

Un cuarto periodo negativo, está en camino y se manifestará entre los años 2020 – 2021, muy cerca de la celebración de su Bicentenario, 2023; sin embargo, como en los tres periodos anteriores, estamos seguros que veremos emerger a hermanos verdaderamente identificados con el propósito de la fundación de Virtud y Unión N° 3, y evitarán que estos años entre 2020 y 2022 se conviertan en picos de una falta de unidad e integración fraternal, y de una falta de un trabajo de socio-realización.

 

No detallaré las circunstancias que ha vivido nuestra Logia Virtud y Unión N° 3 en cada uno de los tres periodos negativos de Neptuno, mencionados líneas arriba (impulsados por los ambientes cósmicos formados por los contactos de Neptuno con el Sol de la fundación de Virtud y Unión), porque no corresponde hacerlo dentro del marco de esta conferencia; pero, apoyándome en los efectos de los mismos tipos de ambientes cósmicos que viviera la República del Perú (que, hasta ingresado el siglo XXI, son cuatro periodos de “influencias negativas” de Neptuno sobre el Sol del Perú del 28 de julio de 1821), señalaré que los más connotados historiadores de la República han registrado como constante que el Perú vivió desorden, caos, traiciones, deterioro del erario nacional y, sobre todo, falta de unión entre los peruanos.

 

Antes de ejemplarizar lo que acabo de expresar, señalaré, en primer lugar, que el Perú es del signo zodiacal del León, y que los tránsitos de Neptuno, así como también los de Urano y Plutón, por los signos del Aguador, el Toro y el Escorpión, “crean un ambiente cósmico” que desorganiza la vida de los peruanos y la vuelve un caos, exponiéndolos a vivir revueltas, rebeliones y revoluciones, traiciones, dictaduras, crisis económicas y sanitarias, golpes de estado y guerras, con resultados lamentables.

 

Tras la fundación de la República del Perú (Figura 6), el primer periodo negativo de Neptuno se presentó entre 1834 y 1840 (cuando Neptuno transitó por el signo del Aguador), que “acompañó” conspiraciones, inestabilidad gubernamental y sublevaciones militares; el segundo periodo negativo de Neptuno sobre el Perú se produjo entre 1874 y 1880 (cuando Neptuno transitó por el signo del Toro), años que señalan dentro de la Guerra del Pacifico: la pérdida del Combate de Angamos (8 de octubre de 1879), la más importante batalla marítima al mando del Almirante Miguel Grau (n. 27 de julio de 1834) quien, al haber nacido dentro del signo del León, no fue favorecido por el Neptuno de 1879 (así como tampoco fue favorecido por el Neptuno de 1834); la acusación de deserción del presidente Mariano I. Prado en plena guerra con Chile, el poco apoyo del presidente Nicolás de Piérola a altos oficiales peruanos, la encarcelación en Chile del presidente Francisco García Calderón por no aceptar las demandas del vencedor; el tercer periodo negativo de Neptuno se produjo entre 1956 y 1963 (cuando Neptuno transitó por el signo del Escorpión), veintisiete años después que Tacna regresa al Perú, y que los historiadores no registraran conflictos con Chile pero sí empobrecimiento y protestas violentas de los peruanos contra sus presidentes de turno; y el cuarto periodo negativo de Neptuno se produjo entre 1998 – 2003 (cuando Neptuno transitó por el signo del Aguador), y apreciamos una “chilenización empresarial” permitida por el gobierno dictatorial de Alberto Fujimori, paralelamente el hartazgo de la población contra el fujimorismo se hizo evidente con movilizaciones a nivel nacional, que “empujaron” al presidente Fujimori a renunciar a la presidencia.

 

La Cosmobiología, a modo de Ecología Cósmica, es la ciencia que estudia el ambiente que forman los astros entre sí e inducen a las personas a modificar sus comportamientos cotidianos. En tal sentido, hablamos de ambientes cósmicos negativos y ambientes cósmicos positivos.

 

Un ambiente cósmico positivo que está envolviendo en estos momentos a Virtud y Unión N° 3 es el que corresponde al que está formando el movimiento de Urano de los años 2018 a 2021 con el binomio Urano – Neptuno de 1823 (Figura 7), lo que, en suma, “produce” un aire con ideas renovadoras, esto es, “produce” nuevas ideas dentro esta Respetable Logia Masónica para llevar adelante una nueva visión de reconocer, tanto el progreso como la evolución del Masón, no solo dentro de esta Logia, sino dentro de todas las Logias del Perú ―¿y por qué no?― también en todas las Logias del Mundo. Dentro de este orden de ideas, mencionaremos la iniciativa de la celebración del 21 octubre de cada año como el Día del Descubrimiento del Masón Trascendental, iniciativa acogida por la Gran Logia del Perú a través del Decreto 136–346–DGLP.

 

Hablar de los ambientes cósmicos positivos que “genera o produce” Urano, nos podría llevar a destacar el que se formará entre los años 2022 a 2024, también dentro de la Logia Virtud y Unión N° 3, y que los miembros de nuestra Augusta Orden podrán ver su manifestación tanto en las ideas como en las acciones innovadoras, revolucionarias y calificadas de genialidades fluyendo dentro de Virtud y Unión (coincidiendo todo esto con el ángulo armónico de 120° que forma el Urano de los años 2022 – 2024 con el Sol del día de la Fundación de Virtud y Unión); pero, lo que nos convoca el día de hoy es: ECONOMÍA, POLÍTICA Y MOVIMIENTOS SOCIALES EN EL PERÚ, AÑOS: 2020 – 2030, claro está desde una mirada cosmobiológica.

 

La Logia Virtud y Unión N° 3, nos ha convocado para que conversemos acerca del futuro inmediato del Perú, pero les pedí, a modo de paréntesis, que me permitieran desviarme unos minutos del eje central de nuestra conferencia. Consideré necesario hacerlo para introducirnos debidamente en el mundo de la Cosmobiología.

 

Bueno, abordaré o dividiré nuestro tema en seis puntos (Figura 8), a saber

 

 

 

 

ECONOMÍA, POLÍTICA Y MOVIMIENTOS SOCIALES EN EL PERÚ

AÑOS: 2020 – 2030

 

(1) 2018 – 2029: deterioro del progreso del Perú. La economía

    peruana camina hacia una recesión.

 

(2) 2020 – 2021: voces piden Nueva Constitución Política.

 

(3) 2018 – 2024: tiempo de protestas y represiones.

 

(4) 2025 – 2029: tiempo de violencia extrema con acciones para

    asaltar el poder presidencial. Economía en recesión severa.

    Democracia peruana hecha añicos.

 

(5) 2028: cambio de rumbo en el Perú.

 

(6) 2029 – 2030: Renacimiento del progreso del Perú.

 

 

 

(1) 2018 – 2029: deterioro del progreso del Perú. La economía peruana camina hacia una recesión, que es el resultado del cierre de un ciclo de constante repetición en el Perú, que tiene una duración de 29,5 años, y que, al renovarse en el año 2000 (Figura 9), y llegar al clímax de su progreso entre 2014 – 2017, emprendió su declive en 2018 (exactamente en diciembre de 2017), emprendió su camino hacia una recesión y que, de acuerdo con nuestros cálculos, corresponderá al periodo comprendido entre 2026 y 2029, a años de una recesión severa, caída muy severa en lo político, económico y social; incluso me atrevo a decir: el “hundimiento” del progreso de los peruanos.

 

De acuerdo con este tipo de ciclo de 29,5 años de duración, calificamos a los años 2029 y 2030 como un periodo de transición en la aparición de un nuevo ciclo de prosperidad en nuestro Perú, destinado a crecer y desarrollarse hasta 2047.

 

Desde su Independencia, el 28 de julio de 1821, el Perú ha vivido seis ciclos de prosperidad, el séptimo comprende los años 2000 a 2029, y un octavo ciclo aparecerá entre 2029 y 2030.

 

Este tipo de ciclo que incide en los altibajos de la prosperidad de Perú se forma a partir de la conjunción Luna – Sol presente en el Día de la Independencia del Perú, “que nos indica” que siempre que la I República del Perú “responda” al 28 de julio de 1821 estaremos sujetos a altibajos de 30 años, renovables, en el crecimiento, desarrollo y decrecimiento del progreso.

 

Unas cortas palabras sobre la psicología del Perú o, mejor dicho, de los peruanos:

El Perú puso en marcha su vida republicana con su independencia, el 28 de julio de 1821, en el momento en que el Sol (sobre los 05°10’ del León) se aprestaba a formar una Luna Nueva (fenómeno que trae nuevas oportunidades, nuevos comienzos), y justo cuando el astro rey mantenía un alineamiento con las estrellas Praesepe (M44), Asellus Borealis y Asellus Australis (Figura 10) que, desde la constelación de Cáncer, titilaban haces de luz entre los 04°51 y 06°13’ del León.

 

A título de información es importante que sepamos que estas estrellas “producen” descortesía, arrogancia y petulancia; “producen” éxito en los negocios, seguido de problemas y bancarrota, y también inducen a traiciones, enfrentamiento armado y maltrato a la población. Asimismo, estas estrellas producen problemas de visión física, lo que interpretamos aquí como una falta de visión de los peruanos en su conjunto para saber por qué rumbo llevar al Perú (en gran medida por la conducta: descortés, arrogante, petulante, etc.). ¿Cómo superar o desterrar este tipo de conducta de los peruanos? Después de largas reflexiones, para mí, la salida se encuentra en la creación de una Segunda República, esta vez mirando el Cielo, algo que el Libertador José de San Martín evidentemente desconocía, a pesar de su formación masónica.

 

 

 

(2) 2020 – 2021: voces piden Nueva Constitución Política. El Perú Republicano nació en el preciso momento en que en el Cielo se producía una conjunción (ángulo de cero grados) entre Júpiter y Saturno (Figura 11). Estos dos planteas se encuentran en un mismo punto de la Eclíptica o Zodiaco cada 20 años.  Desde la antigüedad, el encuentro o renovación del ciclo Júpiter – Saturno, siempre se ha asociado con la aparición de nuevos órdenes políticos, económicos, religiosos y sociales, principalmente, a partir de la implantación de nuevas reglas, nuevos contratos sociales: Nuevas Constituciones.

 

De acuerdo con el ciclo Júpiter – Saturno, la Primera Constitución Política de la República Peruana se promulgó el 12 de noviembre de 1823 (Figura 12), a juicio de la Cosmobiología, fue en un “día funesto”, pues el Sol (que simboliza la Constitución) recibía un ángulo inarmónico de 180° u oposición de parte de Saturno (que simboliza el obstáculo, el rechazo, la execración). La Primera Constitución de Perú nació herida de muerte, ya que, inmediatamente después de su promulgación, fue suspendida, luego restaurada en 1827, para ser finalmente derogada el 18 de marzo de 1828.

 

En la ciencia cosmobiológica “los nacimientos” (que bien puede ser el nacimiento de una criatura, la promulgación de una Constitución, una juramentación presidencial, etc.) en un día de oposición Sol – Saturno generan fracasos.

 

Por ejemplo, si el nacimiento es el de un hijo, el fracaso se apreciará en las actividades del padre, que se podrán superar a partir de la aplicación de lo que denomino: el Factor 3M del Éxito (un siguiente nacimiento, la realización de una mudanza y/o la adopción de una mascota), pero que esta vez se encuentre libre de influencia negativa alguna entre el Sol y Saturno.

 

La Primera Constitución Política de la Republica Peruana nació en 1823; y la última, la Decimosegunda, el 29 de diciembre de 1993.

 

El 29 de diciembre de 1993 fue un día de Luna Llena (Figura 13). Cada 29 días y medio tenemos Luna Llena, una fase de la Luna que está presente en rechazos y enfrentamientos. A juicio de la Cosmobiología, esta es la razón por la cual la Constitución Política de 1993 es criticada y hasta rechazada permanentemente por sectores de peruanos. Esta constitución va a ser derogada en algún momento, por haber sido promulgada en un día de Luna Llena.

 

¿La Constitución de 1993, podría ser derogada en 2021 o cerca de este año? En 2020 y 2021, se elevarán las voces de sectores de peruanos para que se promulgue una Nueva Constitución Política. Desde mi punto de vista, el Perú necesita una Nueva Constitución, pero pienso que no la veremos entre 2020 y 2021; para que esto suceda es necesario que ingresemos previamente a vivir un tiempo de graves protestas sociales y levantamientos populares, más graves que las que están empezando a germinarse nuevamente en nuestro país y que veremos eclosionar entre los años 2020 y 2024. En 2020 y 2021, por el nuevo acercamiento de Marte hacia la Tierra y la cuadratura o ángulo de 90° entre Urano y el Sol del Perú del 28 de julio de 1821.

 

Algo sí es claro para mí, a nivel mundial los años 2020 y 2021, que coinciden con una renovación del ciclo o conjunción Júpiter – Saturno, serán años de la aplicación de nuevas reglas políticas, económicas y sociales, algo que siempre aparece en las sociedades cuando una nueva conjunción entre Júpiter y Saturno se presenta en el Cielo cada 20 años, y que en el Perú ha hecho “brotar” nuevas Cartas Magnas. En tal sentido, aquel candidato o candidata a la presidencia del Perú que incluya en su “Agenda” la dación de una Nueva Constitución Política para el Perú tiene muchas posibilidades de imponerse sobre otros candidatos.

 

 

 

(3) 2018 – 2024: tiempo de protestas y represiones, resultado del ambiente formado por las Influencias del Urano de los años 2018 – 2024 en contra el Sol del Perú (“producto” del ángulo de 180° de Urano al Sol del 28 de julio de 2021), que genera protestas violentas en las calles (acciones de tipo anarquía, rebeliones, revueltas, levantamientos, alzamientos armados, actos guerrilleros y persecuciones) y la represión del gobierno de turno.

Ahora bien, el Sol y Urano, así como todos los astros, forman relaciones angulares armónicas (ángulos de 0º, 60º y 120º) y relaciones inarmónicas (ángulos de 90º y 180º) entre sí. Las armónicas permiten que los desenlaces sean el resultado de buenos entendimientos entre las partes involucradas, pero las inarmónicas señalan que lo conquistado o por conquistar es o será producto de enfrentamientos muchas veces cruentos, salvo excepciones, como la revolución pacífica liderada por el Mahatma Gandhi entre 1942 y 1947, que logró la independencia de India del imperio británico en 1947, o la Revolución de los Claveles de 1974, que puso fin a la dictadura del ‘Estado Novo’, que mantuvo sojuzgada a la población portuguesa durante 48 años (desde 1926).

 

Los ángulos armónicos entre el Sol y Urano inclinan a las personas a proyectar un espíritu independiente, renovador e innovador, a convertirse en descubridores o inventores, pero su característica más destacada es que serán visionarios que se adelantarán a su época; en tanto que las inarmonías entre el Sol y Urano inclinan al individuo a enfrentarse a aquel que detenta la autoridad, a erguirse contra lo establecido y lo convencional, a no soportar imposición alguna, y a ser rebelde y revolucionario.

 

Las influencias inarmónicas de Urano contra el Sol pueden desatar la pérdida de imagen y hasta el colapso inesperado de un régimen, trayendo por tierra lo que se había cuidado con tanto esmero (por ejemplo, los años de una naciente democracia o una nueva forma de gobierno).

 

Desde su Independencia en 1821 hasta el presente año, 2019, el Perú ha vivido siete momentos Sol – Urano inarmónicos (Urano en tránsito sobre el Sol de la Independencia del Perú) que han sacudido sus cimientos, pero aún sigue en pie. Estos siete momentos se presentaron en los siguientes periodos (Figura 14): 1828 – 1834; 1851 – 1856; 1891 – 1896; 1912 – 1918; 1934 – 1940; 1975 – 1980; y, 1995 – 2002. El octavo momento inarmónico ha comenzado a manifestarse en 2018 y estará muy activo hasta el año 2024.

 

En aras del tiempo otorgado a nuestra disertación, muy sumariamente, solo mencionaré “algunas sacudidas uranianas sobre los cimientos de Perú” ocurridos en el siglo XX:

 

1912 – 1918: el Congreso eligió a Guillermo Billinghurst como Presidente de la República Peruana para el periodo 1912 – 1916, pero este no concluyó su mandato debido al golpe de estado del 4 de febrero de 1915 dirigido por Oscar R. Benavides, quien gobernó el Perú durante los años 1914 – 1915 y entregó el mando a José Pardo y Barreda (agosto 1915 – julio 1919), quien gobernó en medio de mucha violencia social y política (huelgas de trabajadores y protestas que comenzaron en 1913 por la jornada de trabajo de ocho horas). En diciembre de 1915, estalló en Puno la Rebelión Rumi Maqui (mano de piedra, en quechua), que buscaba acabar con el abuso a los andinos y refundar el Tahuantinsuyo, y que fuera brutalmente sofocada a los pocos días.

 

1934 – 1940: tras el asesinato del presidente, general Luis Sánchez Cerro, el 30 de abril de 1933, el presidente sucesor, general Oscar R. Benavides (30 de abril de 1933 – 8 de diciembre de 1939), promulgó la ley (N.º 7782) que amnistiaba a los presos políticos (excarcelándose a Víctor Raúl Haya de la Torre), buscando la paz en la República; pero, al producirse los asesinatos del director del diario El Comercio, Antonio Miró Quesada de la Guerra, y el de su esposa, María Laos, a manos de un joven aprista, el 15 de mayo de 1935, el gobierno militar de Benavides aumentó las persecuciones y encarcelamientos a los partidarios de la Alianza Popular Revolucionaria Americana (APRA), quienes respondieron con acciones que se consideraron subversivas y de sublevación, como la del 19 de febrero de 1939, frustrado amotinamiento golpista del general A. Rodríguez apoyado por los partidarios de Víctor Raúl Haya de la Torre (fundador del APRA). Años de repudio de la población a la dictadura de Benavides y de continuos enfrentamientos armados de comunistas y apristas contra el gobierno, principalmente por el carácter dictatorial del presidente Benavides.

 

1975 – 1980: la crisis económica mundial de 1973 – 1975 afectó tanto a la economía de los peruanos que desató las protestas contra el gobierno del general Juan Velasco Alvarado, como la del 5 de febrero de 1975, que se desbordó en la ciudad de Lima con saqueos, incendios y una huelga policial, que dejó más de cien muertos, un número mayor de heridos de bala y cuantiosos daños materiales. El “Tacnazo” (golpe de estado contra J. Velasco A. ocurrido el 29 de agosto de 1975, que puso en marcha la segunda fase del Gobierno Revolucionario de las Fuerzas Armadas del Perú, conducido por el general Francisco Morales Bermúdez, hasta el 28 de julio de 1980). El 19 de julio de 1977, se produjo un paro nacional impulsado por la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP), que significaba en sí el rechazo al gobierno de Morales Bermúdez, y el descontento de las mayorías, con marchas y huelgas que no pararon hasta poner fin a los 12 años de dictadura militar (3 de octubre de 1968 – 28 de julio de 1980). El “Plan Cóndor” (asesorado e impulsado por los Estados de Unidos de América): terrorismo de Estado contra los opositores al gobierno de Morales Bermúdez. Quema de material electoral (17 de mayo de 1980) por el naciente movimiento Sendero Luminoso, que rápidamente arrastraría al Perú a una guerra civil que duraría 12 años.

 

1995 – 2002: La Guerra del Cenepa (conflicto bélico fronterizo peruano–ecuatoriano en el verano de 1995, en el que al Perú le fue imposible imponerse, como ocurriera en enfrentamientos anteriores), hecho que Alberto Fujimori utilizó hábilmente para lograr su reelección presidencial. La Operación Chavín de Huántar (acción militar que rescató a 71 rehenes de la residencia del embajador japonés capturados por el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru –MRTA– y retenidos durante 125 días, desde el 17 de diciembre de 1996 hasta que el 22 de abril de 1997). La tercera elección presidencial de A. Fujimori, en abril del año 2000, desató protestas violentas en todo el Perú, como la Marcha de los Cuatro Suyos (26, 27 y 28 de julio de 2000), que, aunadas a los actos de corrupción del gobierno, impulsan a A. Fujimori a abandonar el país y refugiarse en Japón, desde donde renuncia a la presidencia vía fax; el Congreso no acepta dicha renuncia y lo vaca. Protestas en las calles contra el gobierno de Alejandro Toledo (28 de julio de 2001 – 28 de julio de 2006), que parecían no tener fin, y buscaban mejoras salariales y frenar la corrupción del gobierno a través de acciones violentas.

 

Afortunadamente, cuando decimos que, entre 2019 y 2024, nuestro Perú está y estará expuesto a manifestaciones de sedición, revueltas, rebeliones, levantamientos, etc., y también, expuesto a represiones por parte de las Fuerzas del Orden, no estamos diciendo que todos los días, hasta el año 2024, estaremos expuestos a enfrentamientos violentos, porque también habremos de vivir días tranquilos en el quehacer cotidiano; sin embargo, en todo momento será negativa la imagen del país, así como el desarrollo político y crecimiento económico del Perú si justamente coincide que, en un día negativo de la relación Sol – Urano, se produce la firma de un convenio nacional o tiene lugar la juramentación presidencial.

 

Ejemplarizaré, lo que estamos expresando con las continuas trifulcas y marchas callejeras en distintas ciudades del Perú en contra del Segundo Gobierno del Mariscal Andrés Avelino Cáceres, acciones que desembocaron en la Guerra Civil de 1894 a 1895, encabezada por Nicolás de Piérola quien, después de derrocar a Cáceres, juramentó como presidente para el periodo de 1895 – 1899.

 

Desde el punto de vista de la Cosmobiología, los días violentos del Segundo Gobierno de Cáceres los explicamos por tres hechos cósmicos, a saber:

 

  1. a) El eclipse de Sol del 9 de octubre de 1893, que dividiera al Perú transversalmente (Figura 15).

 

  1. b) El día de la juramentación presidencial, 10 de agosto de 1894, día en que el Sol y Urano formaban un ángulo inarmónico de 90° (Figura 16).

 

  1. c) El perigeo (o mayor acercamiento de Marte hacia la Tierra) el 12 de octubre de 1894, con su periodo de retrogradación entre el 16 de septiembre y 21 de noviembre de 1894 (Figura 17). Los periodos de retrogradación de Marte “siempre acompañan” los recrudecimientos de las protestas sociales y las apariciones de olas de violencia social.

 

¿Por qué tomamos como ejemplo de protestas armadas a la presidencia 1894 – 1895 del Mariscal A. A. Cáceres? Evidentemente, por la relación inarmónica entre el Sol y el Urano del día de la inauguración de su gobierno (10 de agosto de 1894), que nos dice cómo se alteran en extremo los sentimientos de la gente con este tipo de relación planetaria. En el Perú estamos o estaremos expuestos a vivir una situación o circunstancia al menos semejante si se cumpliera con la petición del presidente Martin Vizcarra de adelantar la juramentación presidencial para el 28 de julio de 2020.

 

El 28 de julio de 2020, el Cielo nos presenta un ángulo inarmónico de fuerte intensidad entre el Sol y Urano (Figura 18), por lo que habremos de esperar el desarrollo de un devenir “plagado” de protestas, violentos levantamientos y enfrentamientos abiertos (de tipo sublevaciones, guerrillas, etc.) contra el gobierno.

 

“Y aunque la pregunta se cae de madura”, esta es: ¿Cuál sería el camino de la economía de Perú si la próxima juramentación presidencial se produce al mediodía o entre las 11 de la mañana y 1 y 45 de la tarde? Nuestra respuesta es: “Pésima”, y no valdrá el argumento de que nuestras materias primas dejarán de ser lo suficientemente atractivas para “el Gran Tigre del Asia”, como resultado de la Guerra Comercial EE.UU. – China (intensa entre 2021 y 2025, que asociamos con el desarrollo en el tiempo del eclipse de Sol del 9 de mayo de 1948, Figura 19).

 

Analizando el horóscopo de la inauguración presidencial para el 28 de julio de 2020, señalamos que si esta respeta el protocolo de juramentación presidencial, establecido desde 1985 para el mediodía, no tendremos un país viable, esto es, un país seguro, confiable y con economía creciente, tendremos todo lo contrario, tendremos, o viviremos en, un país que seguirá profundizando su trayectoria cuesta abajo en su prosperidad, como “nos lo muestran” el ciclo 2000 – 2029 del 28 de julio de 1821  (Figura 20) y el ciclo 1999 – 2029 del eclipse de la Independencia de Perú: 27 de agosto de 1821 (Figura 21).

 

Pero todo este pronóstico o proyección puede cambiar “como por arte de magia”, si la juramentación presidencial se produjera a la 1 de la tarde con 59 minutos, a las dos de la tarde. Si la juramentación presidencial tuviera lugar a la 1:59 p.m., el presidente Martín Vizcarra sería recordado como un presidente que acertó al adelantar las elecciones.

 

¿Por qué? Porque, para la 1 y 59 de la tarde, el Cielo nos muestra a un Perú que sale de su trayectoria de declive, a un Perú que durante sus próximos 5 años tendría una alta prosperidad económica. Para hacer más claro lo que estoy exponiendo, permítanme mostrar el horóscopo de la juramentación presidencial a la 1 de la tarde con 59 minutos (Figura 22).

 

¿Qué sucedería con el Perú y todos los que vivimos en el Perú, en el hipotético caso que el presidente Vizcarra permitiera que la próxima juramentación presidencial se produzca el 28 de julio de 2021? El Perú viviría años aún más difíciles que los que hemos indicado para una juramentación presidencial a mediodía del 28 de julio de 2020; claro está, siempre que la inauguración presidencial del 28 de julio de 2021 no se produzca al mediodía con 21 minutos (Figura 23).

 

A quienes nos ven y escuchan, podría no agradarles lo que vamos decir, pero la solución para poner la economía del Perú nuevamente en el camino ascendente no pasa por la elección del que creemos puede ser el mejor presidente, la buena o mala economía, así como la buena o mala gestión gubernamental y el que haya un número grande o pequeño y de baja repercusión nacional de protestas sociales pasa para que entendamos lo que nos señala el Eclesiastés: “Todo aquello que emprendamos debemos hacerlo dentro de un determinado tiempo, que no es precisamente el que impone el protocolo”.

 

Entre una inauguración presidencial en el año 2020 o el año 2021, ¿qué deberíamos elegir los peruanos para que mejoremos como nación, en lo político, económico y social? 2020, pero el presidente electo debe juramentar su cargo a la 1 y 59 de la tarde. Sin embargo, esto no “elimina” el hecho de que, entre los años 2020 y 2024, el Perú debe vivir su tiempo inarmónico Sol – Urano, pero será un tiempo manejable por el Gobierno, un tiempo sin los graves estragos de los anteriores periodos Sol – Urano negativos. Sí, desde ahora, decimos que viviremos un Bicentenario muy agitado por movimientos sociales que lucharán por reivindicaciones en las calles y en los salones. Esperemos que toda esta agitación social dé paso a la pronta creación de una II República. Estoy persuadido a pensar que sería pronta la creación si la juramentación presidencial se realizara el 28 de julio de 2021. Este año, 2021, nos haría recordar el destino de la Primera Constitución Política de la República Peruana, promulgada el día en que el Sol y Saturno formaron un ángulo inarmónico de 180°, que simboliza rechazo. Este tipo ángulo, 180°, volverá a presentarse el 28 de julio de 2021.

 

La verdad es que necesitamos conversar sobre la creación de una II Republica, precisamente para que nuestra República vigente siga en pie, para que podamos superar los años comprendidos entre 2024 y 2030, que califico de violencia extrema contra la democracia peruana (no por causa de las influencias de Urano contra el Sol de la Independencia del Perú, sino por las influencias de Plutón contra el Sol del Perú, que son aún más cruentas que las de Urano). Debemos completar la Re-Fundación del Perú, iniciada el 28 de julio de 1985. ¿Cómo? Haciendo que, desde antes del año 2024, nuestros mandatarios dejen de juramentar su cargo el 28 de julio y, más bien, que lo hagan entre la segunda quincena de enero y la primera quincena de febrero.

 

 

 

(4) 2025 – 2029: tiempo de violencia extrema con acciones para asaltar el poder presidencial. Economía en recesión severa. Democracia peruana hecha añicos, “producto” de las influencias del paso de Plutón por Acuario o el Aguador, que, entre los años 2025 y 2029, formará ángulos de oposición al Sol del Perú Republicano (28 de julio de 1821), ubicado en el quinto grado del signo del León (Figura 24), ángulos en extremo peligrosos para la seguridad del primer mandatario y la continuidad democrática del Perú, toda vez que en el campo de las influencias cosmobiológicas, Plutón “genera” violencia extrema, corrupción y terrorismo.

 

En la Cosmobiología, así como Plutón es símbolo de destrucción, el Sol es el símbolo de la vida y vitalidad, del prestigio y la máxima autoridad, del éxito y la gloria, de lo majestuoso, la dignidad y magnanimidad, pero también del orgullo, pedantería, autoritarismo y soberbia, así como del despotismo, arrogancia y egoísmo. Entre los años 2025 – 2029, estos astros generarán un “ambiente cósmico” de características infernales, dentro de las que incluimos exterminio; y lo particular de este tipo de “ambiente cósmico” es que sería la primera vez que se presentaría en los 200 años de vida republicana del Perú; por lo tanto, no puedo presentar a este auditorio situaciones similares o semejantes que hubiera registrado la historiografía; sin embargo, como en el campo de la Cosmobiología conocemos cómo operan las influencias inarmónicas entre el Sol y Plutón, mencionaremos que, cuando los Estados Unidos de América vivió “un tiempo infernal” entre los años 2008 y 2016  idéntico al que estamos aludiendo, esta nación cayó en una grave crisis económica, así como también vivió la caída de la imagen presidencial y la pérdida del liderazgo mundial,

 

Lo vivido por Estados Unidos, debemos tomarlo como un ejemplo de previsión, para que, por lo menos, como nos refiere el dicho: “guardemos pan para mayo”, esto es, podamos sobrellevar los años  2025 – 2029, como hemos expuesto, por los influjos de Plutón, a los que se suman las influencias del eclipse de Sol del 26 de enero de 2028, que pueden extenderse hasta el año 2030, considerando que los efectos de la trayectoria de un eclipse de Sol se extienden por dos años e incluso, bajo ciertas condiciones siderales, por cuatro años y unos cuantos meses más.

 

Mencionamos que a Plutón lo asociamos con acciones de psicologías de exterminio (que provienen de los gobiernos, así  como de organizaciones terroristas); por lo tanto, me permito señalar, desde ahora, que debemos estar alerta a los años 2025 – 2030 ya que, entre otro tipo de expresiones de Plutón, Sendero Luminoso y/u otro grupo calificado también de terrorista proyectará una imagen con la aceptación abierta de “muchos” peruanos, que causaría un grave perjuicio al Estado y a la sociedad, especialmente, cuando Marte se encuentre en los años de su perigeo, que se distingue de otros perigeos planetarios por la elevación de la violencia social y el enfrentamiento bélico (Figura 29).

 

 

 

(5) 2028: cambio de rumbo en el Perú, en buena medida, provocado por el eclipse de Sol del 26 de febrero de 2028.

Los eclipses de Sol son fenómenos de oscurecimiento que “producen” o, si preferimos decirlo de mejor manera, señalan que la vida rutinaria de las zonas geográficas oscurecidas por el eclipse va a cambiar, y estos cambios pueden ser el resultado de: sequías, hambrunas y epidemias, crisis económicas y políticas, azotes geológicos, guerras, revoluciones e independencias, límites fronterizos, alianzas, un nuevo rumbo político, económico y social, etc. Los eclipses de Sol anuncian la llegada de nuevos tiempos para los países oscurecidos (principalmente, por la umbra, que es la parte del eclipse con una trayectoria de mayor oscurecimiento).

 

Una vez producido un eclipse, los siguientes 4 años, e incluso, en algunos casos, desde 1 a 2 años antes, las zonas “tocadas” por la umbra estarán sometidas a los cambios que se adjudican a este tipo de fenómeno, los que se repiten al llegar al décimo cuarto a décimo quinto años, igualmente por un periodo de 4 años. Ahora bien, al analizar los efectos de los eclipses de Sol para largos periodos de tiempo, encontramos que estos renuevan sus influencias cada 29,5 años, y lo hacen por siglos.

 

Para ejemplarizar lo que estamos exponiendo mostraremos el eclipse de Sol del 28 de abril de 1539 (Figura 26), un eclipse que aparece históricamente conectado con sucesos que expresan cambios sociales, que se implementan violentamente. Las reivindicaciones sociales que proyecta este eclipse no emergerán pacíficamente.

 

A modo de una pausa, pero, a la vez, dentro de la línea de nuestra disertación, mencionaremos el eclipse de Sol del 8 de abril de 2005, que oscureciera con su umbra a: Panamá, Colombia y Venezuela (Figura 27).

 

Al conversar de movimientos sociales, no podemos dejar de mencionar a Venezuela. Lo hacemos porque el Perú ha recibido a cientos de miles de refugiados venezolanos que salieron de su patria escapando de la dictadura de Nicolás Maduro. Bueno, señalo que debemos poner atención a la fase de Luna Llena del eclipse del 8 de abril de 2005, que se manifestará entre 2020 y 2024, y junto con esta fase, a los acercamientos de Marte hacia la Tierra de los próximos cuatro años (Figura 28), toda vez que, con una estrategia debidamente planteada y ejecutada, podríamos ver el fin del “Chavismo del Siglo XXI” o, al menos, el de la dictadura de Nicolás Maduro.

 

¿Es importante que estemos atentos a los efectos de la umbra del eclipse de Sol del 8 de abril de 2005 y la relación Colombia – Venezuela? Pienso que sí, toda vez que esta umbra conectó a estos países, que estuvieron a punto de entrar en guerra en julio – agosto de 2010, y considerando que la dictadura de Maduro podría buscar que el presidente de Colombia caiga en una provocación belicista a partir de 2020 para enmascarar sus problemas. Es curioso, por decir lo menos, pero el reciente anuncio (29 de agosto de 2019) de un grupo disidente de las FARC de retomar las armas, y el que las noticias colombianas pudieran verse enlutadas con enfrentamientos y atentados en 2020 (desde el punto de vista cosmobiológico, explicamos esto por el eclipse del 8 de abril de 2005 y el nuevo acercamiento de Marte hacia la Tierra), también estarían respaldados por la dictadura de Maduro, quien ha afirmado que este rebrote disidente de las FARC es íntegramente responsabilidad del presidente colombiano Iván Duque.

 

Retomando el eje de nuestra exposición señalamos que, al desaparecer el Tahuantinsuyo, el primer eclipse que cruzó el Perú fue el del 28 de abril de 1539. El último eclipse que oscureció el Perú de hoy fue el del 29 de abril de 1995. El primer eclipse mencionado “acompañó” las primeras guerras civiles de los españoles en el Perú; y el último eclipse, el de 1995, “trajo” la Guerra del Cenepa que enfrentó a Perú y Ecuador (Figura 29).

 

Positivamente hablando, el eclipse de Sol de abril de 1995 delimitó definitivamente la frontera peruano-ecuatoriana. ¿Qué podríamos esperar, entonces, que ocurra entre Perú y Ecuador a partir del eclipse de Sol del 26 de enero de 2028? ¿Por qué no pensar en una acción binacional en pro de ambos países, especialmente en las zonas de frontera? Lo cierto es que los eclipses de Sol enfrentan más que reúnen (generan divergencias más que convergencias), y al gobernante de turno del Perú quizás le convenga azuzar sentimientos patrióticos para tratar de distraer a los peruanos por su incapacidad para resolver los problemas internos.

 

En torno al eclipse del 26 de enero de 2028, podemos pensar también en acciones reivindicatorias en el nororiente del Perú, en la triple frontera peruano–colombiana–brasileña por un mejor desarrollo de la Amazonía. Podemos pensar varias cosas, y si algunas de estas cosas que pensamos tienen como común denominador la agitación social, el enfrentamiento social, difícilmente habrá un equívoco.

 

Pero, debemos decirlo, los eclipses también tienen su lado positivo; lo demuestra la revolución en las telecomunicaciones en el Perú desde 1994, año en que un eclipse de Sol que oscureciera al Perú acompañó el asentamiento de la Telefónica. Claro, mirando en el tiempo, encontramos que este eclipse actualmente acusa una pendiente en declive, lo que coincide con las pocas satisfacciones lucrativas de la Telefónica.

 

El desarrollo de los negocios versus el desarrollo de los eclipses es algo que deberían utilizar los empresarios. Lo que hemos expresado con el momento actual de la Telefónica y nuestra visión de un resurgimiento de su liderazgo alrededor del año 2024 es un ejemplo de la relación Negocio vs. Eclipse. Otro ejemplo, lo constituye la concesión minera Tía María, con reciente licencia de explotación otorgada por el gobierno peruano a Grupo México (el accionista mayoritario de Southern Copper C.). Hemos encontrado una extraña pero válida relación entre las protestas sociales de los años recientes en el Sur del Perú y el desarrollo del eclipse de Sol del 27 de agosto de 1821 en el tiempo, asociado tanto con la Independencia de Perú como con la Independencia de México (Figura 30). Por uno u otro motivo, ya sea producto de movimientos sociales en el Perú o el precio internacional del cobre, nuestros cálculos nos advierten que la próxima década no será la de Tía María, como tampoco la de otros negocios en el Perú asociados con Grupo México.

 

Sí, sería fantástico proponer un proyecto peruano-ecuatoriano en torno al eclipse del 26 de enero de 2028 para extraer las riquezas mineralógicas que unen a estos países con el debido respeto al medio ambiente.

 

 

 

(6) 2029 – 2030: Renacimiento del progreso del Perú, producto de la renovación del ciclo de prosperidad de 29,5 años de la conjunción Sol – Luna del Día de la Independencia del Perú y que marca rumbos a nuestro país, a nuestra nación.

 

La intención de la conferencia que he presentado no es que ustedes retengan en su córtex cerebral que el Perú está ingresando a un “callejón sin salida” en la próxima década. Podemos evitarlo si difundimos la idea de la creación de una II República y una Nueva República requiere una Nueva Constitución Política; si difundimos la idea de que los presidentes del Perú ya no deberían juramentar el 28 de julio; y si difundimos la idea de que Arequipa y Lima, solo por citar dos ejemplos, no deberían celebrar anualmente sus fundaciones el 15 de agosto y 18 de enero, respectivamente, pues estas no son las verdaderas fechas de dichos eventos.  Arequipa fue fundada el 25 de agosto y Lima el 28 de enero, según el calendario gregoriano que nos rige desde 1582.

 

Debemos refundar el Perú, debemos zafarnos del esquema mental del 28 de julio de 1821, entre otras cosas, por las influencias de las tres estrellas que hemos mencionado: Praesepe, Asellus Borealis y Asellus Australis, que, como dijimos, expone a los peruanos a proyectar una conducta de: descortesía, arrogancia y petulancia; éxito en los negocios, seguido de problemas y bancarrota; traiciones, enfrentamiento armado y maltrato a la población.

 

Han transcurrido prácticamente 200 años y nuestra república sigue de pie, a pesar de todos los problemas y desgracias sigue de pie, “maltrecha”, pero de pie. Preguntémonos: ¿Queremos un Perú maltrecho para nuestras futuras generaciones? Sintonicémonos con el Capítulo 3 del Eclesiastés y seguramente surgirán las posibilidades para que trabajemos en las canteras de la construcción de un Nuevo Perú.

 

 

 

M\ M\ Rubén Jungbluth Adrianzén

25 de agosto de 2019

RELACIÓN DE FIGURAS (Las figuras puedes observarse en la versión PDF al inicio de este artículo en el botón “Descarga”)

 

 

 

Figura 1: Título de la Conferencia

Figura 2: Horóscopo de la Independencia del Perú

Figura 3: Horóscopo de la Fundación de la R\ L\ S\ Virtud y Unión N° 3

Figura 4: Fragmentos de los horóscopos del Perú y de Virtud y Unión N° 3

Figura 5: El Sol en el h. de la Fundación de la R\ L\ S\ Virtud y Unión N° 3

Figura 6: Tránsito de Neptuno por el h. de la Independencia del Perú

Figura 7: Tránsito de Urano por el h. de la F. de la R\ L\ S\ V. y U. N° 3

Figura 8: Los seis puntos a desarrollar en la conferencia

 

Figura 9: Ciclo de prosperidad del Perú, años 2000 – 2029

Figura 10: Estrellas en el horóscopo de la Independencia del Perú

 

Figura 11: Júpiter y Saturno en el horóscopo de la Independencia del Perú

Figura 12: Horóscopo de la Primera Constitución Política del Perú

Figura 13: Horóscopo de la Decimosegunda Constitución Política del Perú

 

Figura 14: Tránsito de Urano por el h. de la Independencia del Perú

Figura 15: Trayectoria de la umbra del eclipse de Sol del 9 de octubre de 1893

Figura 16: Horóscopo de la Inauguración del Segundo Gobierno de A. A. Cáceres

Figura 17: Trayectoria geocéntrica de Marte, 1894 – 1895

Figura 18: Horóscopo de la Juramentación Presidencial 2020, 12:00

Figura 19: Trayectoria de la umbra del eclipse de Sol del 9 de mayo de 1948

Figura 20: Ciclo de prosperidad del Perú, años 2000 – 2029

Figura 21: Ciclo de prosperidad del Perú, años 1999 – 2029

Figura 22: Horóscopo de la Juramentación Presidencial 2020, 1:59 p.m.

Figura 23: Horóscopo de la Juramentación Presidencial 2021, 12:00

 

Figura 24: Tránsito de Plutón por el h. de la Independencia del Perú

Figura 25: Trayectoria geocéntrica de Marte, 2020 – 2029

 

Figura 26: Trayectoria de la umbra del eclipse de Sol del 28 de abril de 1539

Figura 27: Trayectoria de la umbra del eclipse de Sol del 8 de abril de 2005

Figura 28: Trayectoria geocéntrica de Marte, 2020 – 2029

Figura 29: Trayectorias de las umbras de los eclipses de Sol de 1995 y 2028

Figura 30: Ciclo del desarrollo de los negocios de Grupo México en Perú

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