TALISMÁN ¿Mentira o Verdad?

En ocasiones que, afortunadamente, son pocas, el destino me pone frente a una persona a la que debo decirle: “Te va ocurrir una desgracia de la cual no te recuperarás” … Y el asunto es, ¿cómo se lo digo? máxime cuando mi signo zodiacal, Sagitario, me hace optimista y confío en que Dios siempre puede darnos y nos da una nueva oportunidad (naturalmente que esto exige que conozcamos los principios y leyes sobre la vida y la muerte, que sepamos que todo tiene un tiempo de ejecución, e incluso que es posible cambiar un “tiempo de morir por otro”, aunque después se diga que, en realidad, no era el tiempo de morir, o que Ophiuchus, quien impedía que la gente muriera y resucitaba a otros, fue asesinado para que no interfiriera en el negocios de Plutón).

He mencionado muchas veces que conquisté a mi esposa con un anillo que mandé a hacer en un día y hora astrológicos y, sin conocerla personalmente, se lo envié a Nueva York (donde ella residía) a través de un mensajero con instrucciones de “… no abrir el presente hasta el día y hora determinados, para que el efecto de este talismán sea beneficioso para ti”.  (Muchos usan talismanes que, en última instancia, son meras piezas de decoración y joyería que adornan a una persona, pues, para que el talismán “funcione”, debe construirse en un tiempo determinado y empezar a usarse a partir de determinado momento; de lo contrario, no funcionará).

En otros casos, he recomendado a las personas que usen un talismán con las piedras preciosas y los metales necesarios para evitar la muerte, recuperar a su pareja, superar serias dificultades económicas, etc. Obviamente, los resultados fueron positivos. Sí, lo digo y lo repito una vez más, las piezas de joyería (talismanes) deben construirse ajustándose a lo que nos dice el Eclesiastés, que todo tiene su tiempo y su medida, para que funcionen.

Recuerdo haber atendido hace varios años a un empresario ecuatoriano, cuyas actividades de importación-exportación de artículos de belleza cosechaban resultados muy sobresalientes. Confieso que en ese tiempo yo no tenía en claro las ventajas de una mudanza astrológica y, menos aún, la adopción de una mascota para cambiar el destino de una persona. Es cierto que recomendaba a los varones adultos tener hijos para mejorar su suerte, pero este tipo de recomendación no era aplicable al caballero de esta historia. ¡Ah!, en ese tiempo ni siquiera había descubierto que la adopción de un(a) niño(a) tenía la fuerza para mejorar el destino del adoptante.

Bueno, resulta que, al mirar la carta astral de mi consultante ecuatoriano, encontré que no solo sus negocios se vendrían abajo, sino que también su salud entraría en una fase crítica (él ya tenía problemas de salud en el hígado); por lo tanto, le pedí que usara un talismán, que elaboramos según su signo zodiacal; además, esto se preparó para armonizar con Júpiter a partir del uso del topacio (una piedra que protege de muertes súbitas) y el zafiro, que es la piedra favorita de Júpiter.

En la mitología grecorromana, Zeus o Júpiter es el padre de los dioses del Olimpo. Es un personaje protector, dador de buena suerte y éxitos, tanto en las finanzas como en las competencias; y, en cuanto a la anatomía, regula las funciones de la glándula suprarrenal derecha y el propio hígado.

Recuerdo también que una joyera que trabajaba con todo tipo de metales tenía problemas de orden conyugal y económico. Al analizar su carta astral, encontré que Saturno estaba afectando sus casas 2 y 7 (las finanzas y la vida conyugal) desde la casa 10 de su horóscopo natal. La casa 10 es el campo donde se desarrollan los negocios y Saturno simboliza la execración (la caída); luego, la trama que formaba este astro con estas tres casas le traía a ella el declive de sus negocios y su matrimonio. Le pedí que cargara piedras pequeñas, tanto en su bolsillo, como adheridas a su ropa íntima. Asimismo, le pedí que llevara consigo tallitos de apio y los comiera como caramelos, con el propósito de atenuar la influencia de Saturno.  En el mito del enfrentamiento entre Zeus y Saturno, el primero vence al segundo. El apio es un alimento que sintoniza muy bien con las vibraciones de Júpiter; por eso le recomendé que consumiera apio. Es posible que el apio no haya tenido mucha influencia, como sí la tuvo el uso de las piedras, las mismas que debería portar, recogiéndolas de la playa, en el día y la hora que le indiqué.  Un talismán (protección para el que lo porta) solo puede funcionar si se prepara en un día y hora calculados cosmobiológicamente; de lo contrario, el talismán sería un simple engaña muchachos.

¿Puede una persona usar un talismán o amuleto sin conocer su horóscopo? En muchos casos, sí. Por ejemplo, si queremos que el objeto a portar nos alivie de migrañas o frecuentes dolores de cabeza, tendremos que empezar a usar el objeto, que debe ser de acero, cuando Marte irradie un ángulo positivo hacia al ascendente (que simboliza el cuerpo físico).   

Podríamos ser tildados de irreverentes, pero es la hora la que decide el futuro de muchas personas más que el metal y la piedra preciosa que sabemos están en sintonía con determinado planeta y determinada parte de la anatomía humana. En este punto, volvemos una vez más al Eclesiastés: “Todo lo que se hace bajo el Sol tiene su tiempo y su medida”. Luego, si tenemos una pieza de oro que, según sabemos, protege al corazón, si no empezamos a usarla en el momento en que el Sol está irradiando influjos positivos sobre el punto geográfico donde nos encontramos, el talismán de oro no descargará todo su poder curativo.

Ahora bien, si un caballero anhela conquistar a una dama, o una dama desea atraer a un caballero, debemos buscar el momento en que Venus está irradiando influjos positivos y hacemos “ese regalo”, que operará como un talismán (puede ser una pulsera, unos aretes, un anillo, e incluso un peluche), con lo que “estaremos lanzando la red para que caiga el pez”, y este caerá, pero todo está en función del día y la hora en que hagamos tal o cual cosa. A propósito de talismanes, para asegurar el “sí” de la persona que se desea conquistar, serán muy efectivos los días comprendidos entre el 31 de octubre y el 3 de noviembre (de 2016).

Si analizamos el periodo entre el 31 de octubre y el 3 de noviembre, resaltará la presencia de la Luna Nueva, que siempre se asocia con la unión entre el hombre y la mujer y con el comienzo de un tiempo nuevo. En estos días, la unión se verá confirmada por Saturno y Venus en conjunción. Afortunadamente, en estos días, Saturno no está en oposición a Venus, de lo contrario; lo que la pareja viviría después del “sí” serían los impedimentos para amarse.

 

 

 

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