La desilusión, el descontento y el fiasco
A principios de agosto de 2016, la empresa coreana Samsung anunció “con bombos y platillos” la venta mundial (como si tratase de una invasión mundial) del teléfono inteligente Galaxy Note 7, iniciándose propiamente estas ventas el día 19 del mismo mes; pero, por problemas en la “batería del teléfono”, tuvieron que empezar a retirarlo del mercado en la segunda semana de septiembre, y toda transacción comercial con este teléfono tuvo que liquidarse en octubre. Esto le produjo millones de dólares en pérdidas a Samsung.
Pensando que podría captar a todos los clientes que devolvieron el Galaxy 7 y “capturar” a otros millones de usuarios de teléfonos celulares, el 7 de septiembre, la empresa estadounidense Apple lanzó la venta mundial del Iphone 7 igualmente “con bombos y platillos”. Sin embargo, pocas semanas después, anunciaron que las ventas de este teléfono no se acercaban a las cifras que se habían estimado.
Ni el Galaxy 7 ni el Iphone 7 cubrieron las expectativas de los usuarios y los fabricantes. Todo lo contrario, estos teléfonos inteligentes causaron decepción, desilusión y descontento y resultaron un fiasco. El retiro del Galaxy 7 del mercado se debió a un problema de fabricación, en tanto que la falta del marketing adecuado hizo que el público “no se enamorara” del Iphone 7.
Desde el punto de vista de la cosmobiología, las respuestas serán incompletas si no se considera el quehacer de las influencias del cosmos en las actividades humanas. Dentro de esta óptica, los problemas que enfrentaron el Galaxy 7 y el Iphone 7 “provinieron”, esto es, tienen su explicación en las siguientes perturbaciones cósmicas: el eclipse de Sol del 1 de septiembre, el eclipse de Luna del 16 de septiembre y la retrogradación (la marcha hacia atrás) de Mercurio. Si un producto cualquiera sale por vez primera al mercado antes de un eclipse, una vez producido este fenómeno sideral, viene rápidamente la caída del producto (el eclipse ensombrece al producto) y, si el producto se pone a la venta en los días en que Mercurio está desplazándose con movimiento retrógrado, las ventas se retrasan y hasta se paralizan.
Facebook puso sus acciones a la venta en el mercado bursátil de Nueva York el 18 de mayo de 2012, dos días antes de un eclipse de Sol. El público no respondió a las expectativas de esta red social y el resultado fue la estrepitosa caída económica de Facebook. En cambio, Twitter puso sus acciones a la venta en Bolsa de Valores de Nueva York el 5 de noviembre de 2013, dos días después de la ocurrencia de un eclipse de Sol y los resultados sobrepasaron las expectativas de las ganancias… El resultado: “Facebook perdió y Twitter ganó”.
Pero Facebook no solo “perdió” porque un eclipse de Sol complotó contra la empresa, también lo hizo un eclipse de Luna, que tuviera lugar el 04 de mayo (2012), y cuya sombra no le permitió a Twitter ver la “luz” (negociar sus acciones).
Como no se presentó ningún eclipse de Luna luego del eclipse de Sol del 3 de noviembre (2013), “Twitter tenía todas las de ganar”. Realizó transacciones extraordinarias porque no hubo nada que ensombreciera la Paloma cibernética.
El Galaxy 7 ingresó al mercado en agosto de 2016, pocos días antes del eclipse de Sol del 1 de septiembre y, como “para hacer leña del árbol caído” el eclipse de Luna del 16 de septiembre operó como una estocada final sobre este teléfono celular… Esto es algo que Samsung nunca hubiera imaginado: “Jaque mate para el Galaxy 7” y que le causó inmensas pérdidas monetarias a esta empresa.
Tampoco quedó tan bien parado el Iphone7, ya que este teléfono no tuvo la acogida que se esperaba. Algunos de nuestros lectores podrían decir: “Pero si se lanzó al mercado después del eclipse del 1 de septiembre, ¿entonces porque no cubrió las expectativas de Apple?” Porque el Iphone 7 no pudo librarse de la sombra del eclipse de Luna del 16 de septiembre ni de los “efectos negativos” de Mercurio, que retrogradó entre el 29 de agosto y el 22 de septiembre. Desde el punto de vista geocéntrico, los planetas avanzan y retroceden.
Pero, ¿por qué se da este efecto negativo? Porque cuando se pone a la venta “un nuevo producto” durante los días en que Mercurio está retrogradando, no se presenta la respuesta que se espera del público comprador; luego, no es que se caigan las ventas, sencillamente no hay ventas. Esta situación varía lentamente a favor del vendedor cuando Mercurio termina de ejecutar su marcha retrógrada.
Sí, la conquista del mercado exige que los expertos en marketing no solo tengan conocimientos de psicología colectiva del comprador, del arte de movilizar las sensaciones del consumidor; ellos también necesitan tener conocimientos de cosmobiología aplicada a la mercadotecnia (astromarketing), esto es, entre otras cosas, necesitan saber que no se debe lanzar nuevos productos cuando está próxima la ocurrencia de eclipses de Luna y de Sol y cuando Mercurio y también Marte están retrogradando. Mercurio simboliza las ventas y Marte “la conquista”. Estos expertos deben saber que el lanzamiento de un producto en los días en que Mercurio y Marte están retrógrados no les permitirá conquistar el mercado.
Es cierto que mucho depende de la naturaleza y el uso que va a tener el producto. Me explico: si queremos lanzar un producto de belleza, no debemos hacerlo en los días en que Venus está retrógrado porque la respuesta del público será negativa, salvo que el marketing apunte hacia una recuperación de la belleza y el retardo del envejecimiento.
Sí, hay formas de lograr buenas ventas bajo las influencias de los “planetas retrógrados” (debemos observar las trayectorias geocéntricas de los planetas), pero eso es casi imposible cuando los eclipses han impuesto sus efectos perturbadores. Lo propio decimos de una Luna Llena. Sin una observación de los fenómenos cósmicos, los compradores y vendedores solo cosecharán desilusión, descontento, sensación de fiasco, etc.
En 2017, Mercurio retrogradará en las siguientes fechas: entre el 18 de diciembre (2016) y el 8 de enero (esto me lleva a decir que las ventas navideñas serán pobres); entre el 8 de abril y el 3 de mayo; entre el 12 agosto y el 5 de septiembre; y entre el 2 y el 23 de diciembre. Por su parte, Venus retrogradará entre el 3 de marzo y el 15 de abril, pero Marte no realizará ningún movimiento retrógrado en ese año.
En cuanto a la ocurrencia de eclipses, habrá dos de Luna (10 de febrero y 7 de agosto) y dos de Sol (26 de febrero y 21 de agosto).
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