Viene gente a mi consulta y me cuenta su historia. Siempre encuentro el mismo patrón de actividad: “Empecé un negocio y al poco tiempo tuve que cerrarlo porque no me fue bién”, culpan al socio, a la economía, al gobierno, más no saben que les va mal porque no se comenzó la actividad en un momento favorable.
Recuerdo el caso de un consultante, en la época del terrorismo en el Perú, a principio de los años 90. Quería inaugurar una tienda de zapatos. Se acercaba la celebración del Día de la Madre y planeaba abrirla de inmediato para vender lo más que pudiera.
Cuando analicé el día que esta persona tenía en mente realizar la apertura de su negocio, observé que iba a tener muchos problemas; estaba desprotegida contra atentados terroristas, incendios y robos, por lo que le pedí que cambiara de fecha, para los primeros días de Mayo.
Se imaginarán la respuesta de este caballero, fue un rotundo ¡No!. La fecha que le propuse para inaugurarla, estaba muy cerca de las fiestas y pensó que no iba a poder vender lo que tenía planeado. Después de exponerle el porqué era mejor esperar al día indicado, aceptó. La tienda fue un rotundo éxito, entraban más de 1,000 personas por día y ni que hablar de las ventas. Esto fue una constante por varios años.
El 16 de julio 1992, me acuerdo tan clara mente, sentí el impulso de abrir las ventanas de mi departamento, eran cerca las 9 de la noche. A los pocos minutos sentí una gran explosión, todo mi departamento se remeció. Me dije: “Coche-bomba y cerca”. Esa noche, en la calle con nombre Tarata y alrededores, en Mirafl ores, Lima, murieron más de 20 personas, 400 establecimientos y viviendas quedaron destruídas, carros destrozados. Un caos total.
Mi primeros pensamientos fueron “la tienda… mi reputación”. No quiero que estas palabras suenen mal, amigo lector, pero confirmé una vez más, que mi teoría sobre inauguraciones de negocios había funcionado.
En este caso, los planetas Plutón y Marte estaban armónicamente dispuestos para el momento de la inauguración. Con una gran preocupación corrí al establecimiento… todas las calles estaban irreconocibles, era como, un sitio de guerra.
Que alivio y alegría sentí, cuando al llegar frente al local inaugurado astrológicamente, estaba como si toda la onda expansiva hubiera hecho un desvío para no tocar nada a la tienda; sólo en esta tienda, las rejas y los vidrios estaban en su sitio. No había daño alguno.
Esta es una de las historias de mis consultantes en América Latina, que pude proteger del flagelo de “los atentados terroristas” y el logro de sus aspiraciones económicas.
La pastillita de la quincena:
Con el Nuevo Año deberíamos hacer un contrato con nosotros mísmos, de nuestras propias metas y, firmarlo en una hora y día astrológicos, evitando así perder tiempo, dinero y energía sabiendo que siempre estaremos apostando a ganador.
Sería un acierto, si tuvieran la posibilidad de trabajar o asociarse con alguien del signo Escorpión quienes están favorecidos durante el 2006 por Júpiter, el planeta de la protección y de la abundancia.
Los esperamos mañana 7, a las 10 am, en la Charla “Cómo beneficiarse con la Astrología” que daré en el Instituto Renacer 305 595-3656. Y no olvide solicitar su carta astral, incribiéndose en la Sección Carta Astral Gratis de nuestra Web, dejemos su fecha hora y lugar de nacimiento. Es gratis.
