En una de esas noches de insomnio le pedí a Dios que me guíe para encontrar una solución a mi problema. Impulsado por una fuerza sublime, encendí mi PC y me puse a buscar en Google algo que fuera la solución. Si me preguntas qué puse en el buscador, te diré que no me acuerdo, pero saltó tu página web y fue así como te conocí, comencé a ver tus vídeos, leer tu blog. No lo podía creer, “¿Será cierta tanta belleza que expone este astrólogo?,” me dije.
Al día siguiente, llame a tu oficina para concertar una cita, era súper urgente que hablara contigo y muy gentilmente me dijiste, a través de tu secretaria, que me recibirías a las 10 de la noche. Ya en la consulta, a pesar de tu cansancio y mis sollozos, escuchabas mi historia con paciencia.
Mi esposo estaba prácticamente en bancarrota, no tenía dinero para matricular a mis dos hijos en el colegio; llegué a pensar si se compondría nuestra suerte si me iba a Estados Unidos, aunque fuera a limpiar casas: Había escuchado que en media mañana se podía ganar 100 dólares limpiando un departamento y, si era rápida y fuerte, podía hacer dos departamentos en un día. Pensaba en 200 dólares al día y en 1,200 en 6 días de trabajo, alquilaría una habitación de 800 a 1000 dólares, y así juntaría dinero para el colegio de mi hijo y para pagar la hipoteca de mi casa. ¡Al diablo con lo que estaba acostumbrada: ¡mis clases de tenis, manicurista, salón de belleza, etc.!
Me hiciste preguntas sobre fechas y horas y, después de hacer sendos cálculos, me dijiste: “Lleva una mascota a tu casa mañana [27 de octubre de 2014] a las 2:21 p.m.”. En ese momento se me paró el corazón, ¿es esa la solución a mi problema, un animal? Y, asintiendo con tu cabeza, me dijiste: “Sí, una mascota es la solución a tu problema, pero tienes que introducirla en tu casa mañana. Es la mejor fecha de todo el año para el rubro de negocios de tu esposo y el tuyo. Les va a ir bien, confía en lo que te digo. Según mis cálculos, dicho animalito tiene que vivir en una casa grande, con un hermoso jardín y sus amos tienen que ser empresarios muy solventes. Y, si ustedes no tienen nada de lo que estoy diciéndote, no te preocupes, pues tendrás exactamente lo que te estoy describiendo, porque esa es la misión de tu mascota al ingresar a tu hogar el 27 de octubre a las 2 de la tarde con 21 minutos”. Claro, tú no sabías, no tenías forma de saber que yo vivía en una casa como la que estabas describiendo. Y sabes, esto me dio la confianza de buscar rápidamente una mascota y llevarla a mi casa.
A la mañana siguiente, salí en dirección a un albergue de animales y apenas entré, se me acercó una perrita pequeñita y peluda y me pidió que la cargue. Me dije, esa es la señal, y la adopté sin buscar. Le dije: “Tu nombre desde este momento es LUCKY y tú me vas a ayudar a que mi esposo le vaya bien en sus negocios, a que no se muera el amor entre nosotros, a que mis hijos sean estudiosos…,” En fin no sé qué más le dije a Lucky. Ella me miraba fijamente como si estuviera poniendo atención a mi pedido y, cuando terminé de hablarle, me dio un lengüetazo en toda mi nariz. Fue amor a primera vista.
Acompañada de Lucky, esperamos en la puerta de mi casa la hora exacta que me indicaste para que ingresara. Le enseñé su nuevo hogar y cada cosa que me dijiste iba a suceder se cumplió. Seguimos tus instrucciones al pie de la letra: sacamos al socio de la empresa, mi esposo se cambió de oficina dentro de la empresa en el día y la hora que le indicaste. Lucky ingresó por vez primera a la empresa en una fecha que calculaste y visitaba la empresa 3 veces por semana, se quedaba todo el día, y todo fue mejorando poco a poco; hasta la actitud de los mismos empleados fue cambiando para bien. Lucky había traído no solo el bienestar económico, sino también la felicidad a nuestro hogar y a nuestra empresa. Lucky se convirtió en la reina de la casa y del negocio.
Han pasado 3 años y dos meses de todo este evento, y lloramos mucho cuando Lucky pasó a mejor vida. Estaba viejita y algo enfermita cuando la recogí del albergue, pero aun así cuando le tocaba ir a la oficina de mi esposo, se ponía en la puerta de entrada de la casa con su correa en la boca, como diciendo estoy lista, vamos. No sabes la pena que tenemos todos, fue un milagro esa perrita, ella nos hablaba y nos cuidaba. Cada vez que ingreso a mi casa siento un vacío tan tremendo que los ojos se me llenan de lágrimas, pero a la vez tengo grabado en mi mente su rostro de dulzura como diciéndome: “Me voy contenta porque he podido cumplir con mi misión”.
Aunque yo sé que Lucky era muy especial, pero te pregunto: “Rubén, ¿podré encontrar otro animalito como Lucky?”
Gracias por tu ayuda y que Dios te ilumine para que puedas seguir ayudando a tanta gente que lo necesita.
Sonia.
Amigo lector: ¿Por qué Lucky pudo cumplir con su misión de mejorar la existencia de sus amos? Porque ingresó a su nuevo hogar 4 días después del eclipse de Sol del 23 de octubre de 2014. Cuando uno realiza un acto trascendente, como lo es la adopción de una mascota, después de un eclipse de Sol (mayormente, dentro de los doce días después del eclipse), la fuerza de este fenómeno nos premia con el triunfo. ¡Guau!, podrían decir ustedes, porque el 15 de febrero (2018) tendremos el primero de los tres eclipses de Sol del año. Asimismo, ingresó por primera vez a la fábrica de sus amos en día calculado cosmobiológicamente. Buscamos que, en el día de su ingreso, el Sol, la Luna y Júpiter estuvieran en un buen alineamiento
Nos dice Sonia: “Rubén, ¿podré encontrar otro animalito como Lucky?” Categóricamente: sí, solo tenemos que reproducir lo que indicáramos en el párrafo anterior.
