Como universitario, estudias entre 5 y 10 años, eres el (la) primero(a) de tu clase, dominas varios idiomas a la perfección, obtienes un impecable doctorado en el extranjero, regresas a tu país, y te das con tremenda ¡SORPRESA! Estás sobre-calificado(a) o simplemente eres una amenaza para el que podría ser tu jefe.
Esta es la historia de una joven muy elegante y simpática, que regresó a su país de nacimiento hace un año y medio, cargada de diplomas que deberían garantizarle un puesto bien remunerado, pero hasta ahora no puede conseguir trabajo. ¿Qué debería hacer esta persona para alcanzar sus sueños, porque es obvio que no le bastan la dedicación al estudio, los títulos y la inteligencia? Este es un problema que se repite mucho entre los jóvenes que me consultan, no solo en Estados Unidos, sino en diferentes países. Ellos despliegan tantos esfuerzos para aplicar sus conocimientos en favor de su propio progreso y el de la sociedad, pero no encuentran cabida en este mundo.
Voy a ser muy directo: ¿Qué está haciendo mal esta dama? ¿Qué están haciendo mal estos jóvenes profesionales? Nada, hicieron todo lo que se nos ha inculcado: “Estudia, perfecciónate y serás exitoso”, pero eso nunca fue ni será suficiente, si no cuentas con el “Factor 3M del Éxito”.
Caso uno: Naciste en Colombia pero tu carta astral nos dice que Colombia no es el lugar donde obtendrás el éxito; “tu lugar” es Estados Unidos, pero no en cualquier ciudad, sino en la zona de California.
Caso dos: Estudiaste para ser ingeniero industrial, pero tu carta astral nos indica que deberías desarrollarte como coach de negocios.
Caso tres: Saliste de la universidad, conseguiste trabajo de inmediato y sientes que el mundo está a tus pies; pero luego tuviste un hijo que nació en un momento que indica el derrumbe económico para su padre, o sea, para ti, y todo ese éxito que ibas cosechando se viene cuesta abajo.
Caso cuatro: Eres una persona de éxito y en corto tiempo lograste posicionarte muy bien en el mundo de los negocios; te casas, pero el horóscopo de la pareja que elegiste indica que su cónyuge no puede prosperar… entonces, tus estudios y posgrados, tus aspiraciones de éxito, etc. se van al agua.
Caso quinto: Te ofrecieron un trabajo en Italia, lo que para ti significa una excelente posición y un muy buen sueldo, pero llegas a ese país en un momento cósmico nada favorable (por ejemplo, en un día de Luna Llena y cuando Mercurio está realizando su marcha retrógrada) y tu estancia en Italia se ve envuelta en decepción tras decepción, de modo que te ves obligado a regresar a tu país de origen.
Muchos de mis jóvenes consultantes han experimentado los casos que he mencionado. Si ellos hubieran alineado o ajustado sus vidas en función de las influencias de los planetas y las estrellas, realmente habrían logrado lo que ambicionaban.
¿Es injusto el cosmos? No, el cosmos no es ni bueno ni malo, simplemente, es justo; en todo caso, podemos decir que este te responde del mismo modo en que lo tratas. El libro del Eclesiastés nos dice que todo lo que hacemos tiene su tiempo y su medida; por ende, si hacemos las cosas dentro del tiempo (tiempo cosmobiológico) y la medida (medida cosmobiológica),nos acompañará un éxito sostenido y permanente.
Permítanme concluir esta reflexión señalando que en todo lo que emprendamos debemos tomar en cuenta lo siguiente:
- a)La suerte (Rueda de la Fortuna), que es el resultado de las relaciones angulares entre la Tierra, el Sol y la Luna;
- b)La fase de la Luna más conveniente de acuerdo con la actividad;
- c)Los movimientos directos y retrógrados de Mercurio;
- d)Los ángulos positivos de la Luna con Júpiter y Saturno, así como los del Sol con Júpiter y Saturno.
Estos considerandos, que forman parte de las reglas básicas de la cosmobiología, permitirán que tu Inteligencia se vea coronada por el éxito y harán que las parejas empeñadas en tener hijos eugenésicos (hijos A+)tengan en cuenta que los ofrecimientos que les hacen sus médicos difícilmente llegarán a cumplirse si el alumbramiento no se produce en un momento eurítmico (nacimiento en un momento cosmobiológico adecuado). ¿De qué vale tener un hijo súper inteligente si no se verá favorecido por la buena suerte? Debemos ir hacia el alumbramiento de hijos eugenésicos–eurítmicos… solo así tendremos una Humanidad Sabia y Sana.
