ENTONCES, ¿QUÉ HAGO CON MI VIDA?

Las preguntas que con más frecuencia hacen mis consultantes son:  ¿Para qué soy bueno? ¿Cuál es el mejor camino para mí?…

Vivimos en un ambiente que nos crea una constante inseguridad y, muchas veces, no tenemos cerca de nosotros al profesional apropiado que nos oriente o ayude. A menudo, cuando recurrimos a alguien de confianza, lo que obtenemos es una respuesta que no siempre es acertada porque en dicha respuesta intervienen las emociones.

En cierta ocasión leí en la revista Time, un artículo que menciona que es más difícil para un médico operar aun amigo o pariente que a un desconocido, porque intervienen los sentimientos y la posibilidad de que haga algo que perjudique al paciente, lo que le significaría un cargo de conciencia.

El artículo acota que la mayoría de personas que aceptaron dicha operación o tratamiento consideran que fue un fracaso. Pensamos que el médico sí puede operar a su familiar o amigo, solo tiene que saber cuál es el mejor día para hacerlo. Normalmente, debemos buscar el día astrológicamente apropiado para hacer las cosas. Un día no es igual a otro, así como tampoco una persona es igual a otra. Nacemos bajo una configuración astral única. Ni siquiera los mellizos o gemelos son iguales porque tiene minutos de diferencia en sus nacimientos.

Entonces, si la configuración astrológica es tajante en su diferencia, los horóscopos de los diarios y revistas que leemos son solo una diversión. Y es que no se puede meter en una misma funda a todos los nacidos dentro de un mismo signo. Existen miles de variantes que los hacen diferentes; muchos podrían ser parecidos pero nunca iguales. Es por esta razón que mucha gente no toma en serio la astrología.

¿Qué quieres ser cuando seas grande?, le pregunta la mamá al niño, y este le responde: “¡Quiero ser bombero! Ella le responde de inmediato: “Pero ser bombero no es una profesión, tú tienes que ser médico o abogado para que tengas una linda casa, un carro de lujo y mucho dinero”. Estas palabras quedan grabadas en la mente del niño, quien se pone a estudiar abogacía, termina la carrera y después admite que solo la estudió para darle gusto a su madre, pero su verdadera pasión es ser chef.

Amigo lector: ¿No crees que es mejor sembrar un ideal, conociendo primeramente la verdadera vocación del niño, la que podemos descubrir fácilmente recurriendo a la astrología? Muchos jovencitos creen saber desde pequeños lo que van a hacer cuando sean adultos y se entretienen soñando con ser ricos y famosos como Donald Trump, cuando solo llegan a tener su estilo de peinado.

La respuesta a todo se encuentra en el análisis de la hora y minutos de nuestro nacimiento. Es aquí donde D.I.O.S. escondió el secreto de nuestra felicidad, y también el de la fama y la riqueza. Esforcémonos por obtener y conocer nuestra carta astral; esta nos dirá quiénes somos, para qué somos buenos, etc. En ella encontrarás la respuesta a las interrogantes de tu vida.

También es cierto que encontrar a un astrólogo profesional e imparcial es un problema porque no andan exhibiéndose en la vitrina.

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