Le ofrecí a Rubén dar mi testimonio sobre cómo cambió mi vida y la de mis tres hijos cuando dos gatos ingresaron a vivir a mi casa.
Hace cinco años vi una entrevista en la que el Ing. Rubén Jungbluth hablaba de las mascotas y sus efectos en las personas.
En ese entonces yo estaba pasando unos momentos muy difíciles, pues estaba separada y solo trabajaba tres horas al día tres veces por semana porque tenía que cuidar de mis tres pequeños hijos. Y, como podrán entender, al final lo que llevaba a mi casa sumaba unos 216 euros al mes.
No me alcanzaba para pagar casa y comida, y no encontraba la salida a mi problema económico.
Llamé a la oficina de Rubén y la tarifa de su consulta era tan alta que me puse a pensar que nunca podría consultarlo, pero sentí que él podía darme la solución a mi problema económico, por lo que tenía que consultar con él, así que pedí prestado el dinero y coordiné una cita.
El día de la cita fui a una cabina telefónica para escuchar a Rubén, precisamente ese día la conexión era pésima, pues se cortaba la conversación, pero yo apuntaba todas las indicaciones que me daba con mi papel y mi lápiz.
Me indicó adoptar dos gatos en fechas distintas; el primero murió al mes de estar viviendo con nosotros y yo entré en desesperación porque no sabía si obtendría o no el efecto que buscábamos, porque mi gatito solo permaneció un mes en la casa. Dios mío, ahora tengo que buscar otro gato e ingresarlo a mi casa para reemplazar al que murió, pero no podía llevarlo a mi casa porque aún faltaban cinco meses para el ingreso del segundo gato.
Andaba muy preocupada, pues había puesto toda mi esperanza en mi mascotita. Sí, Rubén, algunos de tus lectores podrían decir que estaba loca por apostar mi trabajo, mi comida, y la renta de mi casa a un animalito, pero la verdad es que había puesto muchas esperanzas de mejorar mi vida en un gatito.
En esos días, el señor que yo cuidaba enfermó y su esposa me dijo que me necesitaba por más horas y, en vez de tres horas, ya eran siete las horas que trabajaba cada día.
No lo podía creer, después me pidieron que me quedara algunas noches y empecé a ganar de 800 a 900 euros al mes.
Ya con ese dinerito comencé a pagar a la persona que me vendió el gato y a la que me prestó el dinero para la consulta con mi astrólogo. Qué grandioso, pues ya tenía algo de solvencia económica.
Cuando adopté el segundo gato, mis ingresos subieron a 1.400 euros al mes. Me compré un auto usado, pero ya tenía un auto y nunca más me faltó el trabajo.
Regresé al Perú después de 13 años de ausencia, y me puse a estudiar enfermería técnica para tener mejores oportunidades laborales cuando regresara a Italia.
Dos gatos cambiaron mi vida, sí, dos gatos me sacaron de la pobreza. No hay día en que no le agradezca al por ayudarme a cambiar mi vida.
La última consulta que tuve con Rubén fue para pedirle el día y la hora para mudarme de casa, para así seguir progresando.
Como dice él: “ES TIEMPO DE ALCANZAR EL ÉXITO”, y yo lo estoy logrando.
Amigos lectores, el Cielo siempre tiene un Plan de salida hacia el éxito para todos y cada uno de nosotros; en algunos, este Plan se cumple más rápidamente que en otros, pero todos, como dice el dicho, nos veremos beneficiados “tarde o temprano”. Esto se dará más temprano cuando aplicamos la enseñanza del Eclesiastés: todo tiene su momento. Así es, todo tiene su momento.
¿Cuál es el momento ideal para llevar una mascotita a nuestro hogar o casa? Existen dos momentos y pueden conocerlos muy bien leyendo nuestro libro: La Mascota del Cambio y la Fortuna (Editorial EPISTRE).
Gracias, amiga peruana-italiana, por compartir este testimonio de vida con nosotros.
