Todo ser humano busca mejores oportunidades en la vida. Esto lo hemos visto desde la antigüedad, sea porque sus tierras no le producían alimentos suficientes o porque no poseía ni un pedazo de tierra, quería seguridad, etc.
No hemos cambiado mucho con respecto a nuestros antepasados; solo hemos refinado nuestras necesidades, anhelos y urgencias. Nos mudamos a otra ciudad y otro país porque queremos mejorar, progresar y evolucionar y, muchas veces, lo hacemos yendo al lugar donde se encuentra un pariente o un(a) amigo(a) y ¿por qué no? también nos mudamos hacia el país que está de moda. He aquí la fuente de muchos problemas que evitaríamos si supiéramos, de acuerdo con nuestro horóscopo, que no todos los lugares son propicios para encontrar la prosperidad.
El caso que vivieron dos de mis consultantes permitirá entender lo que quiero expresar: Una pareja de colombianos abandonó su país debido a la falta de seguridad y emigró a España. Tras dos años de permanencia en este país europeo, trabajando duro para salir adelante, la esposa alumbró a un varón en un día de Luna Nueva a las 12:25 p.m. “Este niño sí que vino con su pan bajo el brazo”, ya que, cuando la criatura cumplió un año y medio de vida, los padres ya saboreaban importantes ganancias en su negocio (de transporte de alimentos).
Los nacimientos próximos al mediodía (en el 90% de nacimientos durante el año) favorecen mucho el éxito del padre y la madre, cuando el (la) hijo(a) nace en Luna Nueva.
Varios años después, cuando Colombia entra en un boom económico y la violencia se vuelve prácticamente nula, la pareja vendió todo lo que había acumulado en España y se regresó a Colombia. Llegan en un buen día y con un buen capital; todo estaba perfecto hasta ese momento, pero hay algo que no tomaron en cuenta: la hora de nacimiento de su hijo reubicada en Colombia corresponde a las 6:25 a.m. (el niño nació a las 12:25 p.m. en España). El Sol (símbolo del padre) brilla al mediodía, pero no a las 6:25 am, por lo tanto, el padre y la madre no destacan en Colombia, porque el hijo nació en Luna Nueva.
Ahora ellos viven en Miami, donde tuvimos la consulta, y el hijo, que ahora es un joven de 19 años de edad, está prácticamente perdido. El padre trabaja como empleado en una tienda de repuestos y la madre, aunque con algo más de suerte, limpia casas. Todo esto como respuesta a esa reubicación geográfica que hicieron de España a Miami.
Lo primero que dijo la esposa durante la consulta fue que vivían mal porque les habían hecho brujería. Me eché a reír a propósito, para que ellos se dieran cuenta de que la situación que atravesaban no era producto de brujería alguna, sino el resultado de la diferencia de horas que existe entre España y Miami. Tras la explicación y varios cálculos, les recomendé que realizaran dos mudanzas, una separada de la otra por un año. Aún no había descubierto que la adopción de dos mascotas podría haberles ayudado a dejar su mundo de adversidades sin tener que mudarse.
Terminé la reunión con estos esposos indicándoles que no se recuperarían si regresaban a España sin el hijo; pero que experimentarían una recuperación notable si los tres regresaban a España, o iban a vivir a cualquier país de Europa, ¿Por qué? Porque es la hora de nacimiento del hijo reubicada en América lo había causado los problemas de la familia (esposos e hijo), pero que esto no sucedía en Europa. Por su hora de nacimiento en este continente (al mediodía), el hijo está destinado a convertirse en un personaje notable.
Es triste decirlo, pero lo único que saben hacer algunas personas es complotar contra sí mismas. Ciertamente, que el término preciso para esto es el “síndrome de Ícaro”, y el hijo de esta pareja nació en el momento en que Ícaro formó un ángulo negativo con la Luna Nueva de su nacimiento, con el resultado de que toda la familia hace lo posible por derrumbarse.
Amigo lector, permíteme concluir repitiendo que el destino, nuestro destino, se ve modificado cuando:
- Tenemos un hijo o hay una pérdida de embarazo.
- Nos mudamos de casa, negocio u otro país.
- Adoptamos una mascota.
A estas 3 consideraciones las denomino: Factor 3M del Éxito, pues nos informan sobre el lugar donde se encuentra nuestra fortuna, nuestra buena estrella, y nos permite pasar de empleado a hombre de negocios; esto es, de pobre a rico.