PERO, HAY ALGUIEN MÁS QUE TIENE MÁS MALA SUERTE QUE TÚ.
Vino un caballero a mi consulta, y me dijo: “Hace más de 20 años que estoy en nada, te vi en una entrevista que te hiciera Andrés Hurtado en su programa [que se transmite en una canal de televisión del Perú], y me pareció extraordinario lo que haces, y aquí estoy, para que me ayudes, para que me digas qué debo hacer para salir adelante, sin que la mala suerte me vuelva agarrar”.
“Para que tengas una idea de la magnitud de mis problemas, permíteme te cuente –me dijo mi consultante– que tenía un terreno y junto con mi esposa decidimos venderlo para comprarnos una casa y mudarnos con nuestros tres pequeños hijos. La venta del terreno fue rápida y como aún no había encontrado la casa guarde el dinero en el banco. Encontrada la casa, en la víspera de la compra, fui al banco retiré el dinero y lo llevé a mi casa, en la noche se incendió mi casa y perdí todo, todo quedó en cenizas, no tenía casa, no tenía dinero, …”.
Sobrepuesto de esta terrible desgracia, me puse a trabajar con más ahínco, con la idea, de todas maneras, comprarme mi casa, trabajé con mucha fuerza y finalmente después de unos años de ahorros tenía dinero suficiente para comprarme una casita, pero mi deseo de querer tener más dinero para comprarme una casa más grande me hizo depositar mis ahorros en CLAE [considerada la estafa piramidal más grande del Perú] y no vas a creer: lo perdí todo, todo Dios mío, todo”.
“Pasaron varios años para sobreponerme, y cuando creí haberlo hecho, un nuevo incendio dejó casi cenizas mi casa. Bueno, realmente, no puedo decir que vivo en una casa, es un cuarto y una vela en la noche…”
“Te pido me expliques el porqué de tanta desgracia para mí y mi familia. ¿Me han hecho brujería? He visitado chamanes, cartómanos, etc. y todos me dicen que estoy sombreado, que vivo embrujado”.
Dejo aquí el relato de mi buen consultante, para reflexionar junto con ustedes, amigos lectores, acerca de cómo es que la Vida nos da lecciones a través de lo que viven las personas. Sí, al igual que ustedes, también me pregunto: ¿Por qué a ciertas personas el Cielo no les da una oportunidad para salir del hoyo?, como es el caso de este caballero: trabajador, buen padre, buen esposo , honesto, con 66 años de edad y con ilusiones de que algún día el destino pueda diferente para él y su familia.
Leyendo su carta astral, encontré buenas señales de éxito económico para su vida, pero estaba condicionado a los nacimientos de sus hijos, y los dos últimos nacieron de noche, de noche y sin recibir influencias de Júpiter (el dador de la buena suerte) como para que ayude a este hombre a sacar adelante a su familia. Así es, el penúltimo hijo nació a las 9 y 30 de la noche, y el último a las 11 y 30 de la noche, como diciéndonos las horas que con el penúltimo hijo este padre tropezaría fuertemente en su progreso, y con el último hijo caerá en un pozo sinfín (sinfín, por no contar con las influencias de júpiter, que suele aparecer en muchos nacimientos de criaturas que nacen cerca de medianoche, para evitar que los padres caigan en un pozo sinfín).
La cosmobiología no solo es para leer el pasado, el presente y el futuro, es la ciencia que orienta y da soluciones. ¿Qué le propuse este buen hombre, que a sus 66 años quiere salir de su pobreza? Ciertamente que, con pocos recursos económicos de su lado, no puedo plantearle que realice viajes de cumpleaños y anticumpleaños fuera del Perú, tampoco puedo plantearle que se mude casa o se remude (porque dónde se iría a vivir por 40 días de éxodo, previos a la remudanza). Le propuse que adoptara dos mascotas, pero que las ingresara en tiempos calculados cosmobiológicamente. Les contaré cómo es que le va a este buen caballero.
A diario veo casos parecidos o similares al de este buen hombre, el común denominador siempre es el mismo: los nacimientos nocturnos de los hijos, adopciones o ingresos de mascotas al hogar en la noche, mudanzas de noche, o en luna llena o una semana a quince días antes de un eclipse, etc.
Nunca dejaremos de mencionar y recomendar que debemos aplicar lo que nos dice el Eclesiastés: Existe un tiempo para cada cosa, un tiempo para nacer, un tiempo para mudarse, … tenemos que conocer cuál es este tiempo, mejor dicho, cuál es ese día y hora, para hacer lo que nos dice este antiguo libro de la Biblia.