Valentina es una joven madre peruana que vive junto a su esposo e hijo de 8 años. Su esposo se dedicaba a la adminitración y ella ayudaba a la economía de su hogar con la venta de artículos de belleza.
Es en el 2016 fue cuando empezó a ver las primeras complicaciones en su hogar. Su esposo fue despedido del restaurante donde trabajaba debido a la disminución de las ventas. Y tan solo unos meses después, su hijo fue diagnosticado con un cuadro de asma. Las principales dificultades que enfrentó la pareja fueron las económicas. El esposo de Valentina sin trabajo y ella con los pocos ingresos de su pequeño negocio hicieron de ese año un hoyo negro para ambos.
A pesar de que el esposo de Valentina intentó reinsertarse en el mercado laboral, aún no conseguía empleo. Valentina consideró que podría impulsar su negocio para generar más ingresos. Los ahorros de la pareja ya estaban por agotarse, al igual que su paciencia.
Durante una noche de diciembre de ese mismo año, Valentina prendió la televisión y vió una entrevista sobre astrología y su influencia en la vida de las personas. Esa fue la primera vez que Valentina me vio. Durante esa media hora de programa, ella escuchó atentamente las recomendaciones cosmobiológicas; sin embargo, algo en particular le llamó la atención: el contrato cósmico, al juicio de muchas personas que lo vienen firmando desde años, un documento magistral único en su tipo en donde se realiza un pacto con el cosmos para cristalizar los planes para el siguiente año. Como un rayo proveniente del cielo, Valentina sintió su mente iluminada, y sin pensar dos veces, habló con su esposo para que ambos realizaran aquel contrato.
Llegó el 2017 y, a pesar de que la situación de la pareja seguía igual, sus esperanzas y fe seguían intactas. El primer mes del año fue complicado pues la incertidumbre económica de la pareja estaba aún presente; sin embargo, durante la primera semana de febrero, llegó una llamada que cambiaría el rumbo de Valentina y su familia. Era una llamada del banco, un asesor les daba la noticia que el préstamo microempresas que habían solicitado hace medio año atrás, fue aprobado. En ese momento, Valentina cerró los ojos y sintió un Dejavú. Recordó el momento en el que firmó la lista de deseos de su contrato cósmico, en el cual uno de ellos fue un préstamo que le permitiera abrir un negocio propio.
El 2021 sería el sexto año en el que Valentina firmaría el Contrato Cósmico y los resultados en ella han sido sorprendentes. Hoy en día, su esposo y ella se dedican a la venta de ropa y ya cuentan con dos locales comerciales en el centro de Lima. ¡Están más felices que nunca!
Queridos lectores, un año más la cosmobiología pone al alcance de todos la oportunidad de poder ver nuestros sueños hechos realidad con la ayuda del Contrato Cósmico, el documento celestial, en el cual colocas tus deseos y firmas en la fecha y hora exacta la cual te será calculada por el ingeniero Rubén Jungbluth. No pierdas la oportunidad de cristalizar tus anhelos con tu Contrato Cósmico 2022. Adquiere el tuyo, aquí.
