Una de las costumbres más conocidas y antiguas del Japón es la de sacarse los zapatos al ingresar a una casa y luego andar descalzo o con algún tipo de calzado cómodo y limpio. Pero ¿De dónde proviene esta costumbre? ¿Por qué los japoneses son tan fieles a esta tradición?
En Japón es una tradición, casi obligación, quitarse los zapatos para entrar a casa, al interior de algunos templos, o incluso para entrar a la escuela. Para un extranjero puede sonar trabajoso tener que cumplir con esta costumbre, sin embargo esta práctica tiene un origen y un objetivo: higiene y comodidad.
En el antiguo Japón, la gente vivía prácticamente en el piso. Las personas se la pasaban en su hogar de rodillas para comer, para conversar con la familia o amigos y el convivio en eventos sociales se realizaba del mismo modo. Esta forma de sentarse sobre las rodillas en el suelo es conocida como “seiza” y para tomar esta postura era necesario quitarse los zapatos para una mayor comodidad.
Otra razón importante por la que adoptó esta costumbre es porque las casas del antiguo Japón tenían pisos de tatami, las conocidas esteras hechas de bambú. Si ingresaban con zapatos, los tatamis se ensucian y sería muy difícil limpiarlos. A pesar de que, hoy en día, no todas las casas japonesas tienen pisos de tatami, los japoneses aún se quitan los zapatos antes de ingresar a una casa. El motivo principal de esta costumbre sigue siendo la higiene, ya que, al llegar a casa, traemos bacterias que se impregnan en nuestros calzados y que no debemos ingresar a nuestro hogar.
Asimismo, es recomendable para la salud dejar de usar zapatos el mayor tiempo posible. De esta forma descansamos y ventilamos nuestros pies; además, caminar descalzo nos permite regular la estática de nuestro cuerpo al estar más conectados con el suelo.
Caminar sin zapatos es una tradición propia del país del sol naciente: sin embargo, muchas personas en todo el mundo adoptan esta costumbre debido a sus beneficios. Y tú ¿también estás interesado en caminar descalzo en casa?