La importancia de saber cuándo entrar a un quirófano

Vino a mi consulta una jovencita que, después de haber pasado por un procedimiento de banda gástrica, quedó con un cuerpo flácido a pesar de que haber intentado combatirlo con ejercicios. Ella no estaba satisfecha con la cirugía y tenía planeado volver a ser intervenida en el quirófano; pero esta vez, su deseo era asistir a la cirugía en el momento ideal. Sabía que la cosmobiología le podía indicar un día y hora para que, en esta segunda intervención, obtenga los resultados deseados. 

Más vale perder un minuto en la vida…

Miré las efemérides, libro que registra los movimientos de los astros, y las comparé con sus horóscopos natal, de cumpleaños y anticumpleaños; pero no encontré ningún día bueno, ni relativamente bueno para que en los siguientes tres meses regrese al quirófano y salga todo bien. La situación era extremadamente delicada, esto es, muy riesgosa, con un resultado bastante trágico.

Le expliqué que era mejor que aplace la operación tres meses, básicamente por el hecho de que Saturno en tránsito (la posición de saturno para el momento presente) estaba formando un ángulo inarmónico con la Luna con el momento de su nacimiento. Por lo tanto, si ella era intervenida nuevamente no iba a quedar bien. Lo más probable, le dije, es que quirúrgicamente todo esté correcto, pero tu estado de ánimo no va caminar positivamente, más bien veo que tendrías que caminar con un estómago constantemente ácido y congestionado, algo muy frecuente cuando Saturno no mantiene una buena relación con la Luna. “Muy bien, esperaré” –me respondió ella–.

¡Fantástico!, le repliqué, porque en su primera intervención quirúrgica también había ocurrido en el día que la Luna no se encontraba en armonía con planetas del día de la operación, ni con la misma Luna del día de su nacimiento. Esta era la razón por la que ella no se sintiera bien.

Después de seis meses de su segunda intervención, vino a visitarme. La verdad es que no la reconocí. Su figura era esbelta y su actitud era la de una persona muy contenta; y todo esto, como resultado de su segunda operación. 

Así es mis amigos lectores. ¡Esto es lo que hace una buena fecha para tu intervención quirúrgica! Sin embargo, encontrar la fecha no es tan sencillo como tirar cartas tipo tarot; y no me expreso peyorativamente, pues tengo un gran respeto por caballeros y damas tarotistas.

Los que acostumbran visitar a tarotistas, no me acusarán de mentiroso si les digo que: “Cuánto más acertado(a) es el tarotista más subido(a) de peso es”. ¿Saben por qué? Porque nacieron influenciados por la Luna, Júpiter y Neptuno, que vuelve sobresalientes en su actividad, pero el precio es su sobrepeso. ¿Cuál es la solución para esto? Si no elige la banda gástrica elástica lo más apropiado es buscar las influencias de Quirón, que curioso, el prefijo de Quirófano. ¿Cómo beneficiarse de los influjos de Quirón? La respuesta está en la llamada Medicina Alternativa, Medicina Holística.

Ah, muchas veces el precio que cobra Quirón es muy alto en las damas tarotistas con hijos, pero ahora no es el momento para que conversemos sobre esto. Podemos hacerlo más adelante.  Entretanto, les pido informarse sobre la dama griega Melanipa.

Y, rapidito les cuento que atendí por Skype a una madre y su hija. Ellas habían planeado dar un paseíto a un país vecino para hacerse un arreglito corporal, las dos al mismo tiempo. Bueno, sus intervenciones serían con dos días de separación entre una y la otra. Mi respuesta fue que debían postergar la doble intervención porque la quincena que habían elegido, en realidad que les había propuesto el cirujano, no contenía días buenos de los astros del momento de la Luna con el día que nacieron madre e hija.  Trataron de argumentar la razón de la cirugía, pero fui tajante en mi desaprobación. Ellas aceptaron, claro no les quedaba otra “por la inseguridad que les sembré”. Dos meses más tarde, las dos damas me llamaron para preguntarme si había visto las noticias. Una paciente del cirujano en cuestión había pasado a mejor vida en post operatorio.  

¿Qué quiero decir con todo esto? En principio, para nada asustar a mis lectores. Solo tenemos que buscar el mejor momento para hacer las cosas. Es cierto que a veces quedarse en casa y no salir es mejor. Apelo a la cuarentena prolongada por el COVID 19.

Comparte este artículo

Más entradas

Del Dolor al Amor Propio: Cómo el Viaje

Mi nombre es Clara, tengo 48 años y, hasta hace unos meses, sentía que había perdido el rumbo de mi vida. Mi…