El domingo pasado por la tarde, mientras tomábamos unos helados, mi esposa se puso a hojear un artículo de la revista Vive en Armonía (marzo de 2008): “CONSEJOS DE NAPOLEON HILL SOBRE EL DINERO Y EL ÉXITO”, que nos presenta once pasos para ser exitosos, los que leímos juntos y que hoy me permito transcribir para mis amigos lectores de este blog. Lo considero sumamente importante:
“No hay nada que la fe y un deseo ferviente no puedan convertir en realidad”.
“SOLO EL 2 % DE LA GENTE COMÚN ALCANZA EL ÉXITO”.
Dice Napoleón Hill que la mayoría de la gente no percibe la diferencia que hay entre desear y creer. No saben que hay seis pasos que deben cumplir para ayudar a sus mentes a cumplir sus deseos. Estos son:
- Primero, hay que desear el éxito.
- Luego, hay que anhelarlo.
- Ahora esperas lograrlo.
- Posteriormente, empiezas a creer que puedes lograrlo.
- Lo siguiente es tener una expectativa de que llegará.
- Finalmente, lo consigues.
La mayoría de la gente pasa por la vida deseando que les llegue el éxito, sin hacer nada más. El 10% transforma su deseo en un verdadero anhelo. Piensa constantemente en lo que quiere, pero no hace nada más. El 8% da un paso más y moldea sus deseos y anhelos en esperanzas. El 6% traduce la esperanza en creer realmente que lo que quiere sucederá. El 4% cristaliza esa convicción en una expectativa de su objetivo. Solo el 2% da el paso definitivo hacia la consecución de su objetivo.
¿Estás tú en ese 2 %? Probablemente, sí. La prueba es que has llegado hasta aquí y deseas seguir adelante.
LAS CLAVES DEL ENTUSIASMO CONTROLADO
Si sigues las once reglas del entusiasmo controlado que propone Napoleón Hill, tú también conseguirás tu propósito fundamental en la vida. Estas son exactamente tal y como las escribió:
- Define un propósito fundamental.
- Haz una declaración clara de ese propósito y de tus planes para alcanzarlo. Incluye una descripción de lo que estás dispuesto a dar a cambio de conseguirlo.
- Reafirma tu propósito con una pasión ferviente. Alimenta ese deseo, cuídalo. Haz que sea el pensamiento dominante en tu cabeza.
- Empieza a trabajar inmediatamente en llevar adelante tu plan.
- Sigue tu plan con precisión y persistencia.
- Si te llega la derrota, estudia el plan detenidamente y modifícalo si es preciso. No lo cambies solo porque hayas sufrido una derrota.
- Alíate con otros para que te ayuden en lo que necesitas.
- Mantente alejado de las personas amargadas y negativas. Júntate con optimistas.
- No dejes que pase un día sin dedicar parte de tu tiempo a progresar en tu plan. Estás desarrollando el hábito del entusiasmo, y los hábitos exigen repetición.
- Guarda la convicción de que conseguirás tu propósito fundamental, sin importar lo lejano que pueda parecer ese momento. La autosugestión es una fuerza muy poderosa en el desarrollo del entusiasmo.
- Mantén una actitud positiva en todo momento. El entusiasmo no florece en un entorno de miedo, envidia, codicia, celos, dudas, venganza, odio, intolerancia y pereza. Necesitas pensamientos y acciones positivos.
Napoleón Hill enseña que nuestra mente es como un depósito en el que almacenamos poder que se puede o no desarrollar. Si piensas de esa forma, aprenderá a desencadenar ese poder en incrementos precisos, en los momentos adecuados y siguiendo las trayectorias exactas. Esto, dice, es la esencia de la atención controlada.
Como dice Napoleón Hill: “Con la repetición, los hábitos pasan a formar parte de tu naturaleza. Si creas unos hábitos de pensamiento mediante la repetición de ciertas ideas en tu mente, la fuerza de la rutina cósmica se hará cargo de esos patrones de pensamiento. Estarán en tu mente más o menos permanentemente, dependiendo de las repeticiones que hagas. Lo mismo sucede con el ejercicio físico”.
La gente que hace deporte todos los días desea volver a ejercitarse al día siguiente. Tienden a estar sanos y en forma. La gente que mira la televisión desea mirar la televisión todo el día. Tienden a engordar y a tener problemas de salud. Sé consciente de lo que piensas la mayor parte del tiempo. Conoce tus pensamientos y actos que, con la repetición, crean hábitos. Tú te conviertes en tus hábitos.
Personalmente, pienso que el tema que nos presenta Napoleón Hill es muy interesante e inspirador, pero, con toda sencillez, digo que omitió el punto 12: “Debemos contar con el factor suerte”, que no es producto del azar sino de la forma como se disponen los planetas en el momento de nuestro nacimiento, y que no importa mucho que sea negativo en nuestra vida, siempre que nos alineemos con el cosmos ¿Cómo? A partir de la aplicación del Factor 3M del Éxito (Mudanza, Maternidad y Mascota) y el Péndulo Solar (celebración del Cumpleaños y Anticumpleaños).
Estoy persuadido a pensar, por los casos que he presenciado en mis consultantes (después de haber aplicado “los remedios cosmobiológicos” que les recomendé) que podemos cambiar el 2% por el 20% y, si un número más creciente de personas “se alinean con el cosmos”, el porcentaje podría subir cada vez más.
En otras palabras: ¿Qué hacemos o podemos hacer los que no estamos dentro del 2% de Napoleón Hill, los que no vivimos alineados con el cosmos, o no tenemos la sensibilidad suficiente para tomar decisiones correctas?
Es aquí donde centro mi reflexión: practiquemos todo lo que explica Napoleón Hill, pero tengamos también el hábito de consultar al cosmos (planetas y estrellas), que nos señala los mejores momentos para conquistar ese éxito deseado, con más facilidad y menos tropiezos.