NEPTUNO, EL ILUSIONISTA… E INTEGRADOR

Neptuno, también conocido como Poseidón, domina los mares y océanos y todo lo que habita dentro de estas masas de agua y están presentes aunque sea por unos instantes. Es el señor de las tempestades y los tsunamis. Siempre se le presenta con un tridente: tres dientes, tres puntas; pero, en realidad, esta es una visión en un solo plano. Si giramos el tridente, podríamos sorprendernos al descubrir o ver que no es un tridente, sino un multidente, un instrumento-arma con varios dientes o puntas: cinco, seis y hasta más dientes. He aquí, entonces, una característica tremendamente importante de este “dios de la mitología grecorromana: la ilusión, la confusión y la mentira, que nos induce a creer lo que realmente no existe, que nos lleva a vivir fuera de la realidad.

La mitología también nos dice que Neptuno tiene muchos hijos (“uno en cada puerto”); por ejemplo, uno de estos, es Tritón, un ser mitad hombre y mitad pez.

Cuando Zeus vence a su padre, Cronos (Saturno), este le dio a Poseidón el gobierno de las aguas (mares, ríos y lagunas) y a Plutón o Hades, le dio el Infierno. Como el agua y el fuego no son compatibles, tampoco lo son las vibraciones de estos dos elementos en el horóscopo. De aquí que, ya sea que estén juntos o separados, cuando Neptuno y Plutón forman ángulos inarmónicos con otros planetas del horóscopo, el caos y los problemas de salud más oscuros y dolorosos se apoderan de las personas; no solo a nivel individual sino a nivel colectivo, como lo han evidenciado la peste, el sida, etc.

Según una versión mitológica, en cierta ocasión el rey de una comarca le pidió a Neptuno que se apiadara de su pueblo, y que si él dejaba de mandarles tempestades e inundaciones, a cambio le ofrendaría el toro más hermoso de su establo. Neptuno cumplió con el trato, pero el rey no. Esto ofendió grandemente al emperador de los mares y descargó su furia, haciendo que la esposa de este rey se enamorara del toro que le había sido negado, y de la relación entre ambos nació el endemoniado Minotauro. Esta leyenda tiene un profundo contenido mágico (la magia también pertenece al dominio de Neptuno) y nos ayuda a no recibir las influencias negativas de Neptuno en nuestra vida (nuestro horóscopo) o que dichos embates sean bastante moderados (las decepciones, estafas, robos de mafias, demencia, locura y lagunas mentales sean moderados o, como dijimos líneas arriba, no estén presentes) si ofrendamos a Neptuno un Toro, que es lo que precisamente recomendamos a las personas que tienen problemas con Neptuno en su carta astral.

Neptuno puede ubicarse en cualquiera de las 12 casas del horóscopo y cuando lo hace de manera negativa, el caos y la tragedia que nos llega de la manera más subrepticia, los podemos aplacar, ofrendando en ciertos días y horas de cada mes un “toro de Pucará”, un objeto de origen andino hecho de arcilla que adorna los hogares, el cual, al arrojarlo al mar acompañado de oraciones, equivale a entregarle a Neptuno golosinas que lo alegrarán y, a cambió de esto él, será benigno con nosotros, más puntualmente con aquellos que están recibiendo los tránsitos negativos de Neptuno. Concretamente, esto es lo que estamos recomendando a las personas nacidas en Sagitario, Géminis y Virgo; ciertamente no a todas, sino a aquellos que, debido a su día y hora de su nacimiento y al nacimiento de su último hijo, estarán recibiendo las influencias más oscuras de Neptuno entre los años 2015 y 2020. 

Pero, ¿cuál es la función de Neptuno en cada una de las doce casas del horóscopo? Antes de conocer esto, consideramos importante comprender que, para la cosmobiología y la astrología,  un Neptuno “bien aspectado” simboliza la religión, la magia, la música celestial, el cine, la ilusión, la colectividad, la intuición, la videncia, el psiquismo, la integración, el socialismo y la sociorrealización; pero si está “mal aspectado”, “induce y acompaña” un problema muy común en nuestros días: la adicción a las drogas. Decimos, entonces, que un Neptuno negativo vuelve a la persona drogadicta y enajenada (de su persona y su entorno familiar y social), “hace” que viva en el mundo de la calumnia y el engaño, y que caiga en la locura y cometa suicidio.

A continuación mostramos algunas influencias de Neptuno en algunas de las 12 casas de la carta astral:

 En la casa 1: Neptuno “hace” a la persona psíquica, visionaria y vidente, pero también propensa a vivir con un desequilibrio psico-emocional. Él (ella) tiene que vivir con “un despertador” para que su mente no se duerma. Muchas personas son obsesas a causa de este planeta (la condena por ser una famosa cartómana es la obesidad).

 En la casa 5: El romanticismo y lo platónico predomina en las relaciones amorosas. Los hijos pueden caer presa de las drogas.

 En la casa 8: el dinero de la pareja tiene un mayor crecimiento si proviene de actividades relacionadas con fluidos, productos químicos y medicinas. Si está mal aspectado desata pérdidas importantes de dinero para la pareja y la expone a estafas (y todo, como resultado del Neptuno en la casa 8 del individuo, que afecta a su pareja) 

 En la casa 10: La profesión está ligada a la salud (bien como psicólogo o médico clínico) y la ilusión (pudiendo ser un gran ilusionista, un mago o un estafador). Puede ser un gran navegante o trabajar para organismos internacionales, puede ejercer su profesión en el África o ser un brillante compositor, pero también puede ser un desquiciado (cuando Neptuno recibe malos aspectos de la Luna y Marte)

Comparte este artículo

Más entradas

Del Dolor al Amor Propio: Cómo el Viaje

Mi nombre es Clara, tengo 48 años y, hasta hace unos meses, sentía que había perdido el rumbo de mi vida. Mi…