¿Nacidas para atentar contra su propia vida?

Análisis cosmobiológico de un trágico final.

El 22 de julio (2015) falleció Bobbi Kristina Brown, de 22 años de edad, hija de la famosa cantante Whitney Houston, quien muriera en 2012. La causa inicial de la tragedia de ambas: una sobredosis de drogas. Es importante obtener la opinión de psicólogos y psiquiatras acerca de lo que les sucedió a esta madre y a su hija para conocer más sobre la conducta humana. Permítaseme dar un punto de vista desde el campo de la cosmobiología, el propósito es ir hacia la programación del nacimiento de nuestros hijos para evitar situaciones que lamentemos posteriormente.

Whitney nació un 9 de agosto de 1963, en el momento en que la Luna, Venus y Júpiter irradiaron energías positivas sobre ella para que sea una mujer bonita y feliz. Saturno no asomó su presencia, por lo que Whitney no estuvo marcada por la depresión, y tampoco recibió las influencias negativas de Urano, por lo que la locura no tenía por qué azotarla y no debía ser molestada por el más mínimo rastro de histeria.

Es cierto que ella, Whitney, nació en el momento en que Saturno y Neptuno “atentaron” (entablaron ángulos inarmónicos) contra el Sol (su hora de nacimiento), afectando el progreso de su padre y llevándola a saborear obstáculos a futuro antes de alcanzar sus metas. La cuadratura (ángulo inarmónico) entre Venus y Neptuno, que también acompañó su nacimiento, la llevó a desvivirse un tanto irracionalmente por los desposeídos y a amar a hombre(s) con una mentalidad rescatista; pero nada de esto tendría porqué haberla llevado a un consumo desmedido de drogas y a morir a causa de una sobredosis. ¿Dónde estaba su problema? En la fecha del nacimiento de su hija Bobbi: 4 de marzo de 1993.

Bobbi Kristina nació en el momento en que la Luna (símbolo de la mujer, Bobbi Kristina, y la madre, Whitney) formó ángulos inarmónicos (oposiciones) con Urano (locura) y Neptuno (locura). He aquí la causa cósmica de los problemas emocionales y mentales de Whitney, así como también los de Bobbi Kristina.  Por cierto, esta hija también nació en el momento en que la Luna recibió ángulos “negativos” por parte de Venus, Júpiter y Saturno, que le quitaron a Whitney “de un plumazo” todo lo bueno que estos mismos planetas le trajeron el día de su propio nacimiento (felicidad, belleza, ausencia de depresión, etc.).

¿Nació Bobbi Kristina para desgraciar a su madre? Reconozco que esta pregunta es muy poco humana, pero la respuesta es afirmativa desde el punto de vista más pragmático de la vida. No en vano el profeta Sai Baba nos dice que los niños nacen por varios motivos; uno de estos es para hacer ajuste de cuentas con sus padres.

¿Pudo haberse librado Whitney de un final trágico? Pienso que sí, si hubiera tenido un segundo hijo pero que esta vez naciera en un día en que no estuvieran presentes las inarmonías planetarias antes citadas ¿Y la hija? Bueno, la “salvación” de Bobbi Kristina era más difícil, pero también se hubiera librado de su trágico final con una buena programación del momento de nacimiento de un hermano o hermana, o recurriendo a los “remedios cosmobiológicos”: mudanza de casa, reubicación geográfica, adopción de una mascota (buscando el mejor día y hora para que la mascota ingrese a la casa de su amo(a)) y, naturalmente, alumbrando oportunamente a un vástago en un día y hora astrológicamente elegidos.

Hasta un 30 % del total de nacimientos y abortos que tienen lugar cada mes pueden desencadenar o provocar desequilibrios, no solo emocionales sino mentales, en las madres a causa de las asociaciones inarmónicas de la Luna con Saturno, Urano y Neptuno. Felizmente, son pocas las madres y los hijos(as) que necesitarán tratamientos psiquiátricos muy severos.

Tenemos a mano la solución que impedirá que se presenten casos como los de Whitney y Bobbi Kristina: programemos el nacimiento de nuestros hijos de manera integral. El Eclesiastés (libro del Antiguo Testamento) nos enseña que “hay un tiempo para nacer”. Conozcamos este tiempo oportuno; recurramos a la cosmobiología.

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