En uno de mis viajes de “Revolución Solar” (celebración del cumpleaños en un lugar específico del mundo para sintonizarnos con las estrellas y planetas más favorables durante un periodo de un año y unos cuantos meses más), me tocó ir a Las Bahamas. Como ustedes saben, la gran mayoría de los hoteles tiene casinos ̶y qué casualidad ̶ siempre están ubicados estratégicamente para que, aunque no queramos entrar a ellos, terminemos visitándolos por arte de magia.
Fue entonces que comencé a observar la euforia en las caras de la gente al ver rodar los dados o repartir las cartas; y mi mente comenzó a trabajar –en los más de 40 años que tengo como cosmobiólogo, he visto miles de cartas natales y, no quiero ser pesimista para los que apuestan, pero si he visto cinco cartas con las posiciones planetarias de ganadores olímpicos es mucho.
He aquí la pregunta del millón, entonces, “¿qué hace que la gente juegue hasta la camiseta cuando las probabilidades de vencer a la banca son casi nulas?”
Pero, seamos optimistas y digamos lo siguiente: Si sé en qué momento de mi vida el planeta Júpiter hace contacto con la casa astrológica que me hace ganar dinero en juegos de azar (la casa cinco) y, si juego justamente en ese momento, las posibilidades de lograrlo son mejores; pero no olvidemos que no sabemos cómo está “aspectado” el dealer (repartidor) en ese mismo instante. Si él está en mejor posición astrológica que tú, tus expectativas se desvanecen.
¿Será esa la razón para que cambien de mesa a los dealers cada cierto tiempo? No soy un experto en estos juegos, solo analizo el panorama.
Pero como todos nacemos con algo que nos permite salir adelante (talento), solo hay que saber dónde y cómo enfocamos este talento. ¿De qué vale tirar el dinero en el casino o la lotería cuando quizás las posibilidades son mejores en los caballos?
Una carta astral nos indica si tienes o no suerte para el juego y permite especificar cuál es el tipo de juego que más te conviene.
Para los interesados –y para las damas que no quieren relacionarse con una de estas personas– la carta de un jugador muestra a Júpiter en conjunción con Plutón y con la rueda de la Fortuna conectados con la casa cinco (zona de los juegos de azar e inversiones en bolsa).
Pienso que no existe noche de suerte, tan solo momentos de suerte, y estos son muy cortos. Tras hacer algunos cálculos, siempre sugiero que se juegue entre 10 a 15 minutos, se descanse dos horas y se regrese a jugar. Es así como he hecho ganar a algunas personas, aunque nunca pregunto cuánto). El problema es que la ganancia viene aparejada con la ambición y uno no quiere parar de jugar, por lo que siempre se termina perdiendo todo al final.
Tip para aplicar: Los planetas cambian de “posición horoscópica” cada dos horas. Cuando algo está saliendo mal en mi vida cotidiana, suspendo lo que estoy haciendo, espero un lapso de dos horas y retomo mi quehacer . Con esto, estoy dejando pasar esa influencia “desfavorable”. Traten de hacerlo y verán que sí funciona.
En este mundo de tanta competencia y velocidad no podemos jugar sin saber dónde y cuándo vamos a ganar. Digo dónde porque hago viajar a jugadores a países determinados donde el factor suerte está de su lado. Siempre podremos hallar un lugar donde la suerte nos asista.
Haz un análisis serio de cómo estás llevando tu vida hasta ahora y, si no eres una persona de éxito, no es porque alguien te lo impidió; simplemente naciste sin saber hacia dónde encaminar mejor tus talentos. Una de las soluciones que propongo es la reubicación geográfica (buscar el mejor lugar para vivir y prosperar).